Hace tres años, la OEA celebró la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago. Entonces, el presidente Barack Obama era una esperanza para Latinoamérica y de hecho, toda la atención se centraba en él. Líderes de la región estaban entusiasmados. El presidente Lula Da Silva de Brasil se declaró confiado de que con Obama se aliviaría el embargo a Cuba.
Ese encuentro se enfocó en la prosperidad humana, seguridad energética, sostenibilidad ambiental, seguridad pública, reforzar la gobernabilidad democrática y dar seguimiento a la próxima cumbre. Donde mayor efectividad ha habido es en la celebración de esta cumbre de Cartagena de Indias, en Colombia, justo tres años después, tal y como se acordó. En las otras materias, ¿cuáles avances se pueden citar?
Habría que ser muy optimista para encontrarlos. Lo que parecería más fácil, una mejoría de las relaciones con el socio mayor, Estados Unidos, por todos los buenos augurios con el presidente Obama, descubrimos que estamos ante un retroceso, pues el mandatario norteamericano se desentendió de la región y puso en su agenda el Oriente africano y asiático.
Hoy aquella esperanza tiende a diluirse. La población hispana en Estados Unidos, que soñaba con una nueva ley migratoria, vive el peor incremento de las deportaciones y un olvido de una promesa presidencial de aprobar una ley más humanitaria.
Pero Obama va a Cartagena centrado en los negocios, y en su búsqueda de la reelección tratará de agradar a los votantes hispanos, especialmente la colonia cubana y rechaza flexibilizar su política hacia Cuba.
El título de la cumbre es una ironía: “Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad”. Pretende enfocarse en la integración física y la cooperación regional como “medio para alcanzar mayores niveles de desarrollo y superar los desafíos”, pero Estados Unidos impidió que se invitara a Cuba. Ecuador con sus razones se automarginó.
Cuba, Las Malvinas y las políticas antidrogas, parece que quedarán fuera de la declaración final. Muy temprano se ve que esta cumbre, contrario a la anterior, comienza sin esperanzas y habría que dudar que sirva para algo. l
