Rita Mella: orgullo de nuestro género.

“Soy una mujer muy afortunada por haber recibido la confianza del electorado y de la comunidad latina”, afirma Rita Mella.  Al momento de nuestra entrevista, hacía…

“Soy una mujer muy afortunada por haber recibido la confianza del electorado y de la comunidad latina”, afirma Rita Mella

Al momento de nuestra entrevista, hacía seis semanas que Rita Mella ocupaba su nuevo cargo como jueza de la Corte de Sucesiones y Testamentaria de Manhattan, la primera latina en “conquistar” dicho puesto.

Pleno invierno en Nueva York. Curioso, era el día de Lincoln. Debido a este feriado, el proceso de entrada y revisión al edificio fue rápido. Una amplia oficina, con una vista de los alrededores del City Hall es el espacio laboral de Rita. Un cuadro del dominicano Jorge Severino entre otros, adorna su pared. Poco después su ilustración de Pandora también serviría de decoración a aquella gran sala, como recuerdo de que en su país es considerada una gran mujer.

Rita llegó a los 22 años a Estados Unidos, graduada de Educación en la UNPHU. En los años 80 en nuestro país no había oportunidades para maestrías, razón suficiente para plantearse salir de RD a continuar su formación académica. Logró una beca. “Primero estuve en Miami, visité Nueva York y me gustó. Me pareció una ciudad dinámica, cosmopolita… Entonces me dije, ya que estoy en EE.UU., déjame darme la oportunidad de vivir en NY por varios años y de un momento a otro ya he estado aquí gran parte de mi vida”.

Sin duda, la vida la tenía preparada para el derecho. Sabiendo poco inglés y sin un familiar en suelo extranjero que la cobijara, Rita salió adelante, y 26 años después tiene una carrera intachable, admirada por sus homólogos. De la corte penal de Mahattan pasó a la testamentaria. Hay mucha diferencia. No sólo por el tipo de casos, sino por el nivel de estrés físico y emocional que genera una más que la otra. “Hasta diciembre mi vida era muy diferente. “Presidir el área penal de Manhattan, que es el tribunal más concurrido en el área penal en todo Nueva York, me requería estar el cien por ciento del tiempo en el estrado debido a la cantidad de arrestos y delitos que se cometen en la ciudad de NY”.

Hoy por hoy ha podido combinar sus dos profesiones: educación y derecho. Tanto en el estrado como en las aulas de leyes de Nueva York. ¿De qué se encarga en su nuevo puesto? ¿Cómo lo logró? En exclusiva, Rita Mella concede a Pandora su primera entrevista a RD.

Háblanos de tu trabajo en la Corte de Sucesiones y Testamentaria.

Es un trabajo de la justicia pero no se dirimen cuestiones penales, únicamente las civiles que tienen que ver con testamento o temas de familia. Por ejemplo, la guarda de niños que han perdido a sus padres, herencias y adopción. No solamente el papeleo, aquí hay una audiencia donde un magistrado, en este caso, yo, aprueba la decisión.

Eres mujer, y la primera latina en ocupar este puesto. ¿Qué sentiste cuando te seleccionaron como la ganadora?

Fue un momento de emociones encontradas. Obviamente sentíuna alegría inmensa, y una honra profunda. Soy una mujer muy afortunada de haber recibido la confianza del electorado y de la comunidad latina. Para mí esto significa una responsabilidad que tomo muy en serio.

¿Por cuánto tiempo estarás frente a esta corte?

Son unos 14 años. Los periodos de los jueces son largos. De hecho, el anterior fue de 10 años. Esto es así porque se trata de desvincular a los jueces de la política.

Sin embargo, recibiste el apoyo de Obama y de muchos políticos en RD…

Eso es algo que tengo que aclarar. Obama no me apoyó directamente, el partido demócrata sí, luego de haberme convertido en su  candidata. La verdad es que recibí el apoyo de la presidenta de los regidores del consejo municipal, Christine Quinn; de los líderes comunitarios y de los oficiales electos más significativos.

Como latina, ¿qué significa ser jueza de esta corte?

Justamente una de las cosas que tengo pensadas hacer en esta gestión es visitar las diferentes comunidades en Manhattan. Ir y explicar lo que esta corte es y puede hacer por ellos, y que se sientan en confianza de exponer sus casos aquí. Otra cosa que pienso hacer es organizar visitas guiadas al tribunal. A nivel nacional esta sala es considerada una de las más prestigiosas, no solamente por los casos que se ven aquí si no también por su majestuosidad. De hecho, aquí han filmado muchas películas.

 ¿Qué extrañas de Santo Domingo?

Viajo con frecuencia porque toda mi familia está allá, mi mamá a quien adoro y admiro; mis cuatro hermanos y sobrinas. Además, extraño el mangú. La verdad es que yo puedo hacerlo aquí, pero el que te lo tengan hecho por la mañanita, no tiene precio (risas).

¿Aquí con quien vives?

Vivo con mi esposo, que es de origen norteamericano. Es abogado también. Nos conocimos en el área legal, en el primer trabajo que los dos tuvimos luego de habernos graduado de derecho.

¿Comulgan el derecho y la educación? ¿En qué se parecen?

Se parecen en que ambas son un servicio público a la comunidad. De la manera en que yo lo veo, he podido combinar mis dos carreras porque siempre he abordado el derecho y le he visto el afecto educativo a la carrera. Una de las cosas que más me gusta hacer es explicar los conocimientos legales, de tal manera, que aquellos que no tengan dicho conocimiento legal lo puedan entender. Entonces, me paso la vida, incluso en estrado, exponiéndole la ley a las personas.

Ejercías en el área penal de Manhattan, ahora estás en algo totalmente opuesto.

Así es, hasta diciembre del año pasado estuve presidiendo el área penal de Manhattan, el tribunal más concurrido en el área penal en todo Nueva York. Mi vida era muy diferente debido a la cantidad de arrestos y delitos que se cometen en esta ciudad, eso me requería estar ciento por ciento del tiempo en el estrado. Es decir, yo llegaba al trabajo a las 9:00 a.m. y a las 9:30 a.m. estaba en el estrado. Me paraba a la 1:00 para el almuerzo. Regresaba a las 2:00 hasta las 5:00 p.m. Era un trabajo muy intenso. Me afectaba emocional y físicamente. Imagínate estar sentada todo el tiempo en una silla. Además de la presión de que todos estuvieran viéndote, esperando que su caso fuera el próximo. Es una gran presión. Y sobre todo, el tener que procesar a todas estas personas sin cometer ningún error. En ese sentido, el trabajo que tengo ahora es muy relajado. Pero a pesar de que no tengo la presión que tenía antes, ahora tengo una responsabilidad tremenda. Las diputas que surgen dentro de las familias son más complicadas que las del área penal.

Volviendo a esta, ¿recibías casos donde los latinos estuvieran involucrados?

Quisiera decirte que no, pero desgraciadamente sí. Hubo un momento que yo presidía sobre todos los casos de drogas en Manhattan, a nivel de lo que se llama misdemeanor (bajo nivel). Durante una semana completa conté todos los días los casos, y aproximadamente un 43% eran latinos.

¿A qué piensas se debe esto?

La mayoría de los latinos somos personas trabajadoras, que nos esforzamos diariamente por crear una mejor vida para nuestra familia. Ahora, ¿qué nos diferencia? Dentro de la comunidad, tenemos un porcentaje desproporcionado de personas de bajos recursos. O sea, comparados con otras etnias como los asiáticos y los afroamericanos, nosotros somos de los más pobres de la ciudad. Justamente estos delitos tienen que ver con la pobreza que nos azota y por supuesto la falta de trabajo.

Eres la única mujer entre tus hermanos. Ayudó esto a que te desenvolvieras mejor en el mundo de las leyes, que es muy masculino. ¿Cómo influye tu madre?

Interesante que traigas a colación la relación con mi mamá porque ella trabajaba fuera de la casa en el sector público y privado; lo hizo casi durante toda su vida. No hace mucho que se jubiló. En los años 50 y 60 no era muy usual que una mujer trabajara. Ella fue contable. Entonces, desde pequeña aprendí que la mujer sí podía tener un lugar fuera de la casa. Y encima de todo ello, mi mamá era la mejor del mundo. Mientras hacía su trabajo se ocupaba de que hiciéramos la tarea, de que tuviéramos los uniformes listos, de que no nos faltara nada.

¿Has visto en la corte la división de las familias por temas de dinero?

Precisamente una de las cosas más tristes de este trabajo es ver la disfuncionalidad a lo interno en la familia. Y gracias a Dios no lo he visto en la mía; quizá porque no hay dinero (risas). Pero más en serio, tampoco creo que si hubiera dinero nos pelearíamos por ello. Es algo muy triste ver cómo las familias, cuando hay algo que dividir en materia de dinero, se separan.

Cuando miras a la jovencita que llegó a los 22 años, ¿qué piensas, qué sientes?

Me digo, ¡wow, cuánto trabajo! Todo en la vida toma esfuerzo, trabajo y perseverancia. Cuando pienso en esa época, pienso en lo que significó para mí llegar aquí sola, dejar a mi familia.

¿Y qué ves ahora?

Veo una trayectoria frente a mí de mucho esfuerzo, pero también de gran satisfacción a nivel personal y profesional. Muchas ganas de emprender diferente proyectos para hacer que este tribunal sea mucho más accesible a la gente.

¿Qué opinión te merece la familia hoy día?

Es una mezcla de cosas, pues al tiempo que veo casos de familias que están peleando, también veo los  casos de adopción, donde hay familias ávidas de aportar amor a pequeños que necesitan cariño y un hogar.

Otro tipo de casos que veo aquí que son muy fuertes, son los de adultos jóvenes que tienen una discapacidad mental congénita. Las familias los han cuidado de siempre, pero al llegar a los 18 años ya son mayores de edad, ante la ley son adultos. Pero la verdad es que no se pueden valer por sí mismos. No pueden ir a la clínica y decir necesito esto y lo otro, o valerse financiera o económicamente. Sin embargo, ante la ley la familia no tiene la capacidad legal para hacerlo, entonces ahí es que entro yo.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Me encanta la música. Mi esposo, además de abogado también es músico (popular). Disfruto mucho comer, y en NY se come muy bien. Soy fanática de la comida japonesa. En términos de lectura, estoy leyendo This is how you lose her, del dominicano Junot Díaz.

¿Cómo supiste habías sido elegida la mujer del año 2012, por Pandora?

Me enteré estando en Santo Domingo. Fui de vacaciones a descansar un poco, porque el 2012 fue muy intenso. El proceso de elección fue muy reñido. Ese viernes que circuló la revista, mi cuñada, Ana Mitila Lora, a quien respeto muchísimo, llega con una “bulla”. ¡Rita, ganaste!, dijo, y me enseña la ilustración. Me dio mucha risa la ilustración, me dije, es verdad que se parece a mí. Me sorprendí muchísimo, me alegré y me llené de honra. Pensé, ¡Dios mío, qué honor!

[ OFF THE  RECORD ]

Amo ser mujer…

 …porque es el mejor sexo (risas). Podemos hacer todo lo que hacen los hombres y además tenemos esa mezcla de sensibilidad y de ver las cosas desde una perspectiva diferente. Tengo mucho respeto por el otro sexo, somos compañeros, pero la mujer, históricamente ha cargado el peso del área familiar. Eso nos ha dado una perspectiva diferente, una perspectiva que nos enriquece como seres humanos.

Agradezco muchísimo a la familia que me tocó nacer. Tuve unos padres fuera de serie. Mi padre murió en el año 91. Mi madre aún está viva y ha sido una persona que ha tenido una influencia muy significativa en mi vida. Somos cinco hermanos y soy la única mujer.

Majestuosidad centenaria

El edificio donde ahora está la Corte de Sucesiones tardó ocho años en construirse. Sin duda una obra maestra. Ya dentro de lo corte, Rita tiene otro acompañante dominicano: la caoba tallada que adorna muchas de las paredes y mobiliario, llevada desde Santo Domingo a Estados Unidos a principios del siglo pasado.

“En vez de tomar el ascensor subo por las escaleras. Así tengo la oportunidad de apreciar lo que la vida me ha dado y de apreciar esta belleza de edificación. Aquí se han realizado muchas películas”.

Fotos: Carlos Rodríguez

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