Unos celebran a sus madres vivas; otros en la eternidad

Día de las madres. “Son 17 años sin ella y parece como si fue ayer. No dejo de extrañarla, siempre estará en mi corazón”. La frase es de Lina Pérez, una joven de 29 años que, con la voz quebrada de la tristeza y el llanto, visitó ayer la&#8230

Día de las madres. “Son 17 años sin ella y parece como si fue ayer. No dejo de extrañarla, siempre estará en mi corazón”. La frase es de Lina Pérez, una joven de 29 años que, con la voz quebrada de la tristeza y el llanto, visitó ayer la tumba de su madre.Para Lina este domingo, que se celebró el Día de las Madres, no fue feliz, pero acudir al Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez a llevarle flores, encenderle velas y a limpiar el panteón de su progenitora, le dio una sensación de paz, tranquilidad y consuelo. Como ella, cientos de personas por tradición concurrieron a ese y a otros camposantos del país como una forma de rendirle tributo a ese ser especial que les dio la vida y que aún después de la muerte mantienen establecido ese vínculo, el más persistente de todos, el que existe entre un hijo o hija y su madre.

“Me siento un poco triste y orgulloso a la vez de estar aquí cerca de mi madre, recordándola y limpiando su lugarcito. Mi mamá fue lo mejor que dio este mundo”, afirmó Jesús Hernández, quien no pudo contener sus lágrimas al narrar que su madre murió el pasado año en Estados Unidos a los casi 90 años de edad, producto de una neumonía. Aprovechó para exhortar a los que tienen su progenitora con vida a darle todo el cariño y lo que necesiten ahora que están a tiempo.

Mientras ese camposanto lucía repleto de hijos e hijas de todas las edades que recordaban a sus madres en un ambiente triste, los principales centros comerciales de la ciudad también estuvieron atiborrados de aquellos que querían adquirir algún presente para agradar al eje central de sus familias en un entorno más alegre.

Durante un recorrido por algunas de las principales arterias comerciales del Gran Santo Domingo, como la avenida Duarte y las plazas Ágora Mall y Sambil, se pudo observar cómo se activaron las ventas de “último minuto”, según los comerciantes y encargados de venta de los establecimientos.

“Yo trabajo hasta los sábados, entonces quería llegar a donde mi mamá con un detallito y decidí venir de un brinco a comprarle algo bonito para agradarla, aunque yo siempre lo hago porque para mí todos los días son de las madres”, expresó Isbelia Luciano, mientras esperaba que le envolvieran el regalo que adquirió para su madre Gladys Santana.

En el Cementerio Nacional confluyeron los visitantes con limpiatumbas, vendedores de flores, velones, frituras, cocos y bebidas, quienes aprovecharon la ocasión para “buscarse sus chelitos”. Es el caso de Inés Díaz, quien a tempranas horas de la mañana ya había vendido la mitad de las flores que llevó. “Con parte del dinerito que reúna aquí también le compro algo a mi mamá”, sostuvo la dama con marcado entusiasmo.

Mientras que en Santiago, la celebración de las Madres llevó a cientos de personas a los cementerios de la 30 y del Ingenio, para recordar a sus progenitoras; en tanto que en los establecimientos comerciales las ventas no fueron como se esperaban.

Medina celebró el Día de las Madres con su esposa

El presidente Danilo Medina no realizó ayer su acostumbrada visita sorpresa dominical a alguna comunidad del país y prefirió permanecer con su esposa, Cándida Montilla y sus demás familiares para celebrar juntos el Día de las Madres.

El jefe de Estado ya había felicitado el sábado a todas las madres dominicanas, resaltando su entrega y dedicación. En su mensaje, Medina subrayó que Dios le proporcionó la dicha de expresar sus afectos a una madre inolvidable, de compartir su vida con la madre de sus tres hijas.

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