Este tema lo retomamos por consultas que nos han hecho algunas personas. Se trata de profesionales que ha tenido un buen empleo, con alto salario, pero cuando pierden el trabajo se resisten a aceptar una nueva oferta con un sueldo menor, porque consideran que está por debajo de sus expectativas.
Pero a veces ocurre que es el empleado quien asume expectativas por encima de su verdadero valor laboral de mercado. Esto le ocurre con frecuencia a los empleados del sector público. Curiosamente, antes el sector privado pagaba mejor que el Estado en puestos de ejecutivos, pero ahora es lo contrario.
Por eso, es posible que un profesional, cuyas capacidades ameritan un salario promedio de RD$50,000 mensual, logre que lo nombren con RD$120,000 en el sector público. De repente comienza a adaptar sus gastos y su modo de vida con base en un consumo que llega al salario que devenga y se coloca en una posición en la que no puede manejarse con menos de esa cantidad.
Si llega el momento de salir de ese empleo, como ocurrirá con muchos a partir del 16 de agosto, con el cambio de Gobierno, gane quien gane, muchos profesionales tendrán que volver al sector privado y se verán confundidos y renuentes si les ofrecen un salario adaptado al valor laboral de mercado de ese puesto, pero muy por debajo de lo que ganaba en el empleo anterior.
¿Cómo evitar esa situación? Mi recomendación es que usted siempre debe conocer su valor laboral de mercado.
Si es ingeniero, periodista, abogado, locutor, contador o de cualquier otra rama profesional, es preciso que conozca cuál es más o menos el sueldo promedio que se paga a un profesional con sus capacidades.
En caso de que la suerte le de un empleo con un sueldo muy por encima de su valor laboral, entonces haga un esfuerzo de voluntad y comience a ahorrar la diferencia entre el sueldo que usted gana y el salario promedio laboral que se paga en su área.
Así usted mantendrá un nivel de vida y de gastos acorde con su condición laboral real y no con la del momento, con la doble ventaja de que si pierde su empleo de alto sueldo y vuelve a devengar el salario que amerita su cargo, no se sentirá desadaptado y además tendrá un buen ahorro acumulado.
