Cuando se habla de literatura latinoamericana, Mario Vargas Llosa es uno de los grandes. Este dato no se cuestiona y menos aún, cuando recordamos que fue reconocido con la gracia del Nobel de Literatura el año pasado y un millón y medio de dólares por la premiación. Pero con todo y talento, no lo quieren para inaugurar la Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina.
¿Y esto por qué? Al parecer sus palabras tienen tanto valor como sus obras literarias. Y claro, los argentinos aun están dolidos por las duras críticas realizada tiempo atrás del Nobel a su gobierno, calificándolo como corrupto. “No es posible que Argentina, con lo que ha sido, lo que representa desde el punto de vista cultural, elija un presidente de esos niveles de incultura y de pobreza intelectual”, fue uno de los pesados comentarios de este reconocido escritor.
Las palabras dan vueltas a la cabeza y que mal, porque ahora su participación a inaugurar la Feria Nacional del Libro de Buenos Aires (a celebrarse en abril) la consideran como una indignación.
La invitación a Vargas Llosa “es una ofensa a la cultura argentina» declaró en la prensa local Horacio González, Director de La Biblioteca Nacional de ese país; y de “enorme indignación” lo calificó el filósofo José Pablo Feinmann.
González aclaró al diario Tiempo Argentino, su aprecio hacia la literatura de Vargas Llosa, pero dijo que su presencia puede ser interpretada “como un gran novelista, autor de obras realistas y críticas de las realidades latinoamericanas, o como el hombre de una agresividad creciente hacia los procesos populares».
Pero Cristina Fernández, ha calmado las aguas. Según BBC, la presidenta del país le expresó a González que la «discusión no puede dejar la más mínima duda de la vocación de libre expresión de ideas políticas en la Feria del Libro». Al parecer será recibido, pero no con los brazos tan abiertos.
