Al interior, al extranjero, viajamos permanentemente por innúmeros objetivos. Debemos insistir en el “viaje interior”. “Es el que encierra las preguntas difíciles, con el que llegamos hasta nuestros límites. La partida es necesaria, el silencio es una condición indispensable. En especial durante la segunda mitad de la vida, el ser humano debería reformular sus objetivos; el crecimiento debería combinarse con una introspección cada vez más madura. Y un requisito indispensable para este viaje es disminuir la velocidad”. (Owe Wikinstron, Elogio de la lentitud). La acelerada vida moderna quita espacio al viaje interior edificante. Hay que institucionalizarlo: oración a solas, retiros… Y procurar que los viajes exteriores también fortalezcan siempre el interior.
Viaje interior
Al interior, al extranjero, viajamos permanentemente por innúmeros objetivos. Debemos insistir en el “viaje interior”. “Es el que encierra las preguntas difíciles, con el que llegamos hasta nuestros límites. La partida es necesaria, el silencio&#