“Justicia por mi bebé muerta”

Una cruz de palo seco se observa en el lugar donde descansa el cadáver de la bebé de cuatro meses. El último aliento de vida de la bebé lo tuvo pocos segundos después de que la máscara de oxígeno que la mantenía respirando, así como los ligeros&#

Una cruz de palo seco se observa en el lugar donde descansa el cadáver de la bebé de cuatro meses. El último aliento de vida de la bebé lo tuvo pocos segundos después de que la máscara de oxígeno que la mantenía respirando, así como los ligeros masajes que le daba en el abdomen su tía María Tejeda, fueran interrumpidos por la intervención de agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), quienes detuvieron la ambulancia que la trasladaba desde el hospital regional Juan Pablo Pina de San Cristóbal hacia el Robert Reid Cabral, en la apital.

Karla Rosario, sepultada ayer en el cementerio municipal de Sainaguá, San Cristóbal, había sido llevada a la sala de emergencia pediátrica del Juan Pablo Pina debido a que tenía dos días con “fiebre muy alta y deshidratación severa”, razón por la cual los médicos tardaron mucho tiempo para estabilizarla, pero los malestares se mantuvieron.

Debido al estado de gravedad de la paciente, el doctor Mendoza, médico residente del referido centro asistencial, fue autorizado a acompañar a los parientes de la niña hasta el Robert Reid Cabral.

“Estábamos en la ambulancia, el doctor tenía el oxígeno de la niña agarrado y yo le estaba dando masajes en la barriguita, porque él iba muy atareado ya que la niña estaba muy mal”, expresó la tía de la infante.

En ese momento es cuando los agentes de la DNCD pararon la ambulancia, desmontaron al chofer y lo colocaron contra la misma. Luego abrieron la puerta trasera del vehículo y sacaron al doctor. “Inmediatamente ellos sacaron al doctor, el oxígeno se le desprendió, ahí fue cuando la niña expiró”, narró María Tejeda.

“Cuando íbamos subiendo por Quita Sueño, Haina, nos paró la DNCD, me sacaron de la ambulancia, me recostaron contra ella y me encañonaron”, describió Porfirio Matos Santos, chofer de la ambulancia ficha 23 del hospital Juan Pablo Pina.

“Yo me detuve casi bruscamente, porque con la actitud que me ordenaron pararme, era de que si seguía un paso más me iban a disparar, la actitud era esa. Si nosotros no nos desmontamos, ellos eran capaces de dispararnos”, agregó.

¡No, no! es una emergencia, gritaba la tía de la bebé, con la intención de que los agentes vestidos de civil, con sus chalecos antibalas, armas largas y gorras de la DNCD, pararan la agresión y les permitieran llegar al hospital infantil, pero éstos mejor rastrillaron sus armas en señal de que si se movían le dispararían, según expuso la mujer.

“Venía diciendo que era una emergencia y el médico les dijo esta es una emergencia, es una niña que llevo grave”, explicó.

La madre tiene 15 años y el padre 18

“Hay que hacer justicia, esto no se puede quedar impune, porque si no hubiera sido por ellos mi hija estuviera viva”, expresó Dileny de los Santos, de 15 años y madre de la bebé, quien junto a su pareja Luis Miguel Rosario, de 18, residen en Villa Progreso municipio San Cristóbal.

Pese a que la Ley 241 sobre tránsito de vehículos autoriza a los vehículos destinados al servicio de emergencia a ignorar las disposiciones sobre derechos, de paso, viraje y dirección del tránsito, los miembros de la DNCD detuvieron la ambulancia en la que transportaban a Karla Rosario.

Los motivos por los cuales pararon el vehículo es que estaban realizando una operación de inteligencia en la carretera Sánchez, así como en la autopista 6 de Noviembre, porque supuestamente tenían información de que un vehículo transportaba sustancias controladas.

DNCD ordena investigar el caso

“Los agentes de la DNCD no pueden descartar la revisión de ninguna persona ni los vehículos sospechosos, pues todo el mundo sabe que el narcotráfico se vale de cuantas artimañas para transportar drogas, incluyendo el traslado de cadáveres cargados de cocaína o heroína”, explicó la institución a través de un comunicado de prensa. El mayor general Julio César Souffront Velázquez, presidente de la institución, lamentó la situación e informó que se designó una comisión de alto nivel, integrada por los coroneles Francisco Hidalgo Tous, Juan Emilio Ortega Amparo y Sergio Octavio Díaz Núñez, para determinar si hubo excesos de parte de los agentes actuantes.

La entidad explicó, además, que luego de esto, en la autopista 6 de Noviembre detuvieron una ambulancia con placa de Puerto Rico número 877-511, conducida por un dominicano que alegó que terminaba de trasladar una persona fallecida hacia la región Sur.

Sin embargo, llamó la atención de los agentes “que el conductor trasladaba un ataúd vacío y sin tapa”. Precisa que el hombre está detenido en la DNCD para ser investigado, mientras que la ambulancia es sometida a un proceso de experticia para determinar si transportaba o no alguna sustancia controlada. l

Piden que agentes sean llevados a los tribunales

“Justicia, justicia, que caiga todo el peso de la ley sobre ellos (los agentes de la DNCD)”, expresó Carlita Rosario, mientras  las lágrimas  abrían paso en su mejilla por la pérdida de su primera bisnieta.

¡Que este caso no se quede impune porque si no, van a seguir pasando mucho más!, expresó la señora que desde hace cinco años reside en un edificio del proyecto habitacional “Libertador” en la autopista 6 de noviembre, luego de vivir durante once años como refugiada en los barracones de San Cristóbal, producto los estragos ocasionados por el huracán George en 1998. A este pedido de justicia se suman los demás moradores del lugar, quienes junto a los parientes de la pequeña, sepultada  ayer en un terreno donado, la velaron en el apartamento 1-C del edificio 14 en el referido sector.

Por otro lado, María Tejeda, expresó temer por su vida por denunciar del modo en que actuaron los miembros de la DNCD.

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