Un aspecto notorio en esta contienda electoral, es que muchos derrotados no se prepararon para perder. Otros han utilizado todas las argucias a su alcance para dar a entender a sus parciales, que su fracaso se debe al supuesto fraude y la manipulación de resultados y no a su pobre desempeño. Los emblemáticos empresarios del transporte recibieron un verdadero voto de rechazo a sus actitudes de afectar a los usuarios del “concho”, los más necesitados, con sus protestas y violencias en procura de intereses mayores. La “huelga de hambre, desacreditado mecanismo de presión mediática de épocas pasadas, solo procura justificar una vergonzante derrota. Las cifras del Partido de la Unidad Nacional (PUN), a pesar de que obtuvo algo más de 5,000 votos a nivel presidencial, fue quien propició el triunfo como senador de José Ignacio Paliza en Puerto Plata y la victoria, a nivel provincial y municipal, en El Seibo. En algún momento se conocerán las verdaderas causas de esos triunfos y derrotas y se develará el misterio de un partido con escaso arraigo. No hay dudas de que el intento de demeritar el proceso electoral y propiciar una “ilegitimidad” va perdiendo interés, tendiendo a diluirse a más de 3 semanas de las votaciones. Los que intentaron crear una “crisis”, bullosos y muy activos, han sido aplacados por los aguaceros de mayo y junio, haciendo de azúcar sus propósitos, frente a una población que dio un ejemplo cívico y se colocó muy por delante de ellos.
Cada proceso electoral tiene características propias irrepetibles; dejan sabores diversos y muy variados. Traen aparejadas experiencias y lecciones aprovechables y las del 15 de mayo recién pasado, dejaron muchas. Los 2,847,414 votos de Danilo son un verdadero respaldo del casi 62% de los votantes y de seguro un porcentaje mayor de la población toda. El apoyo al liderazgo de Danilo y de la política que ha desarrollado en estos primeros 4 años de mandato, lo impulsan a seguir mejorando indicadores para superar las condiciones de inequidad y limitadas oportunidades, características de esta sociedad. La conquista del 87.5% de los senadores; el 66.8% de los diputados y el casi 67% de los síndicos, hacen sinergia con ese respaldo masivo, para que el presidente Medina pueda desarrollar plenamente su exitoso programa de gobierno y emprender acciones pendientes. La situación de la economía y sus proyecciones, la estabilidad macroeconómica, la confianza mostrada por la inversión extranjera y local, la reducción del desempleo y muchos otros factores, definen un camino auspicioso para implementar transformaciones vitales para la nación. Es tiempo de alinear intenciones para lograr lo mejor para todos, aun con el escaso desprendimiento que nos caracteriza. El gran ganador de estas elecciones debe ser el país, el bienestar de todos los dominicanos, como objeto primario y más que nada el futuro de nuestra nación.
