La aspiración de Félix Díaz

La aspiración de todo boxeador profesional es, obviamente, ser campeón mundial y de esa manera ganar buen dinero. Y que lo sepan nuestros amigos fanáticos-lectores: ningún púgil que no sea monarca del mundo tiene oportunidad de meterse en el buen&#82

La aspiración de todo boxeador profesional es, obviamente, ser campeón mundial y de esa manera ganar buen dinero. Y que lo sepan nuestros amigos fanáticos-lectores: ningún púgil que no sea monarca del mundo tiene oportunidad de meterse en el buen dinero.Félix Díaz Guzmán, quien se casó con la gloria en el boxeo aficionado tras conquistar (en los Juegos Olímpicos celebrados en Beijín en el 2008) la medalla de oro, tiene esa anhelada aspiración.

El pasado lunes, en un aparte que hice con el medallista olímpico durante el acto del lanzamiento de un libro de la autoría del colega Héctor J. Cruz, quedé maravillado con sus palabras llenas de optimismo. Le recordé que lo critiqué, en varios artículos, por su indisciplina. Especialmente porque después de capturar el oro en las Olimpiadas de Beijín, no cuidó su cuerpo. Llegó a pesar hasta 180 libras…¡y él es un púgil de cinco pies y 5 pulgadas de estatura. Trabaja en la división welter junior (140 libra).

En la actualidad presenta expediente profesional de 19-1, aunque su único fracaso en realidad fue, en la práctica, una victoria. Le robaron la pelea.
Tengo confianza -y esperanza- en los puños de Díaz Guzmán. Es de guardia zurda y tiene material para casarse con la gloria y aportar a la patria una nueva faja mundial.

Lo importante ahora es que ha dejado atrás su negativo comportamiento y está consciente que si quiere llegar a la cima, ganar una faja del mundo, tiene que seguir por el camino que hoy trilla.

Parte de su historia atlética

Participó en los Juegos Panamericanos de 2007, perdió en el último cuarto 12 a 13 frente a Inocente Fiss. Se clasificó para los Juegos Olímpicos del 2008 al derrotar a Myke Carvalho, quedando 8 a 6.

En Beijing, sin embargo, se cubrió de gloria al ganar la medalla de oro al vencer el campeón Manus Boonjumnong de Tailandia. Esta fue la segunda presea dorada olímpica lograda por República Dominicana después de la conseguida por Félix Sánchez en 2004, y la segunda medalla conquistada en boxeo después de la obtenida por Pedro Julio Nolasco en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984.

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