Agua y tránsito: los retos de una ciudad que busca altura

Dotar de infraestructuras a un sector que definió su forma de crecimiento probablemente no sea un asunto complejo, pero cuando su modelo de construcciones cambia con el paso del tiempo, ofrecer los servicios básicos se convierte en un desafío para las autoridades.

La CAASD admite que hay deficiencia para cubrir la demanda de agua potable en sectores con grandes torres

Dotar de infraestructuras a un sector que definió su forma de crecimiento probablemente no sea un asunto complejo, pero cuando su modelo de construcciones cambia con el paso del tiempo, ofrecer los servicios básicos se convierte en un desafío para las autoridades.

De hecho, intervenir tuberías de agua potable en sectores como Naco, Evaristo Morales, Piantini y Serrallés, que 20 años atrás la mayoría de sus viviendas eran de un nivel y hoy tiene grandes torres, es una tarea difícil, admite el subdirector de Operaciones de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).

Luis Salcedo indicó que para dotar de agua potable las urbanizaciones con construcciones en altura, la institución utiliza el plan de sectorización que consiste en distribuir por horarios y días el servicio brindado.

En ese sentido, dijo que la entidad que dirige el arquitecto Alejandro Montás ha realizado intervenciones en vías que han experimentado un desarrollo vertical como son las avenidas Bolívar y José Contreras, en el Distrito Nacional; y la autopista de San Isidro, en Santo Domingo Este.

“La CAASD tiene conciencia de este problema, pero es un problema que lo vamos a resolver a mediano plazo, porque el propio trabajo de sustituir tuberías le crea problemas a la población”, sostuvo.

Precisó que el trabajo se hará de manera paulatina, ya que está dentro de la programación de intervenciones de los próximos cinco años.

Informó que ya están diseñadas las redes de distribución del Ensanche Naco, donde el crecimiento vertical ha sido vertiginoso. Lo propio se hará con otras urbanizaciones con estas características.

En el caso de la avenida Anacaona, donde actualmente se levanta la torre más alta del país con 42 pisos, destacó que hay un proyecto a futuro de colocar una línea de ocho pulgadas al norte de la vía, desde la avenida Italia hasta poco más de la Núñez de Cáceres a fin de abastecer de agua a estos inmuebles,
Esta intervención se hará debido a que resulta insuficiente la deteriorada línea de cuatro pulgadas existente para suplir del líquido a la población concentrada allí.

El ingeniero Salcedo agregó que en el rediseño del sector Los Cacicazgos parte de estas tuberías quedaron debajo de las verjas de los edificios, lo que hace “prácticamente imposible” servir agua a muchos inmuebles de esa zona.

Informó que la CAASD tiene diseñado y presupuestado un proyecto para aumentar el diámetro de las tuberías y hacer una conexión de una línea que va al sur de la Anacaona, donde está el parque Mirador Sur.

“La Anacaona por la época y lo sensible que es esa avenida no puede ser intervenida en estos momentos y además es un proyecto que para hacerlo vamos a tener que consensuarlo con los residentes de la Anacaona”, resaltó.

“Mientras tanto, para abastecer esos sectores, nosotros tenemos un programa de sectorización, o sea, a través de válvulas acorralar el agua para determinado sector y darle servicio en función de un programa de distribución”, explicó el funcionario.
Puntualizó que “la deficiencia en las tuberías es compensada con la sectorización del servicio”.

Recomienda estudio de tránsito

Para el director de la carrera de Ingeniería Civil del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Martín Abbott, el crecimiento en altura ha traído consigo el congestionamiento del tránsito, principalmente en el polígono central del Distrito Nacional.

Según explicó, el caos vehicular empeora por la poca disponibilidad de parqueos que tiene la ciudad.

Explicó que en algunas zonas de la capital hay familias donde cada uno de sus miembros tienen un vehículo, pero no cuentan con los parqueos suficientes, como consecuencia estas unidades son estacionadas en las calles, limitando el tránsito. “Esto está pasando en Naco, en Evaristo Morales y muchos sectores del polígono central del Distrito Nacional”.

El ingeniero criticó que a los desarrolladores de proyectos inmobiliarios no se les exija un estudio de impacto del tránsito de la zona a intervenir.

“Donde tú tienes una vivienda donde vive una familia y de repente construyes 40 apartamentos, son viviendas que van a demandar el servicio 40 veces en lugar de una y esto te genera un problema en el tránsito”, sostuvo.

Deploró que “no existe en República Dominicana una regulación para que a los promotores al momento de presentar un proyecto se les exija una evaluación del impacto al tránsito, como sucede en otros países”.

Abbott recomendó hacer una evaluación del impacto del tránsito en zonas de alta densidad y rediseñar su crecimiento en función de un plan de ordenamiento territorial.

El Codia criticó la poca planificación de la ciudad

El presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores, Juan Ramón Cruz Ventura, consideró que en muchas urbanizaciones donde no se sigue un proceso de planificación conforme al ordenamiento territorial, los desafíos son muchos. Entre los retos de este crecimiento vertical sin planificación, Cruz citó la implementación de un sistema de alcantarillado sanitario que contemple plantas de tratamiento de las aguas servidas. Otros desafíos son lograr el ordenamiento territorial donde se tome en cuenta las potencialidades de los lotes, un circuito de comunicación vial urbano acompañado de un sistema de transporte público que desincentive a los ciudadanos a comprar un auto y contar con un sistema de electrificación urbana soterrado.

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