Santo Domingo.-El dirigente político Pelegrín Castillo urgió este lunes al presidente Danilo Medina a cambiar el enfoque de política exterior e interior con que su gobierno aborda la compleja cuestión haitiana.
Al tiempo, el exlegislador lo exhortó a poner fin “a la peligrosa ambigüedad que caracteriza la defensa de la nacionalidad que hace el gobierno frente a los reclamos de la CIDH”.
El ex ex ministro explicó que muchos de los problemas que confrontamos se agudizarán, si el gobierno sigue tratando con criterios de «un humanitarismo muy cuestionable, de pose», como problema migratorio, lo que en realidad constituye un éxodo o traslado masivo de población y ocupación territorial, que compromete la seguridad nacional e internacional.
«Esa duplicidad y esa vacilación no son nuevas, pero resultan fatales en un asunto de Estado tan grave, y en este gobierno se han acentuado, porque una agresiva facción antinacional cree que puede proclamarse formalmente el respeto por la sentencia TC 168-13, mientras desmontan la misma con maniobras diversas para complacer a la CIDH y los poderes extranjeros. Lo único que éstos ambicionan hace más de 20 años es quitarle a la República la capacidad jurídica de decidir quiénes son sus nacionales. La historia demuestra que haciendo concesiones penosas sólo se aumentan las presiones y chantajes. El estado que no se respeta no lo respetan», enfatizó Castillo.
El Vice Presidente de la Fuerza Nacional Progresista recordó que la política exterior no declarada que se ha seguido desde hace años -que es la fórmula «de solución dominicana» a los problemas haitianos, nos ha colocado en una trampa mortal, ya que ni se resuelven los problemas de un Haití Estado Fallido, y en cambio se genera un proceso de desestabilización de nuestras instituciones y políticas, todo por complacer a los poderes fácticos locales y grandes intereses extranjeros.
«El gobierno, así como todos los grupos dirigentes, deben dejar de usar a Haití y los haitianos como “moneda de cambio” en sus relaciones con los poderes extranjeros, que a su vez deben entender que el hecho de que predomine una actitud de complacencia en los que dirigen no significa que eso representa los intereses nacionales. Contra la República se está cometiendo un gran crimen internacional, y si las autoridades se hacen cómplices o no tienen el valor de enfrentarlo y denunciarlo, no significa que el pueblo dominicano se quedará con los brazos cruzados, mientras destruyen su Nación», puntualizó Castillo.
Pelegrín criticó que el gobierno invitara a la CIDH a sesionar en el país, cuando lo correcto era que se denunciara el fallo antinacional que emitió la Corte Interamericana ante el Sistema Interamericano de la OEA, porque constituye una agresión equivalente o peor a la intervención del 65; y que se pasara de la defensiva a la ofensiva denunciándola como un «burdo instrumento de lobbys que operan en Washington» con unas agendas de un imperialismo de nuevo cuño.
Finalmente, el dirigente político señaló que para abordar un problema tan serio se necesita de gran unidad nacional para convertir en políticas de Estado el conjunto de esfuerzos que debemos emprender los dominicanos para preservar la soberanía de la Nación y su integridad territorial, pero para eso hay que dejar de lado enfoques ideológicos obtusos o superficiales y los intereses espurios, que mueven a la facción antinacional.
