Esa interrogante ¿Por qué hacerlo diferente? la escuché muchas veces entre importantes dirigentes del PLD, como una negativa a la transformación de la organización para hacer las cosas diferentes.

No sólo se desconocía cambiar el estado de cosas, por tener un interés particular y no general, sino que se ignoraba la ciencia política dándole de lado a lo aprendido de que en la naturaleza y las sociedades “lo único permanente, es el cambio permanente”.
Entre las leyes fundamentales de la actividad social y política está la dialéctica que demuestra que todo cambia y se transforma. Es que decir que “lo que resulta no se cambia”, es igual a no ver los grandes problemas cuando están pequeños. Es ignorar los procesos dialécticos.

Las personas, las organizaciones y los países se acomodan a seguir haciendo siempre lo mismo; la mayoría de las veces lo que obliga a hacer las cosas de otra manera es cuando surgen crisis. Por eso aquel gran científico Albert Einstein dejó dicho:

“La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y los países, porque la crisis trae progresos”; lo motivaba diciendo: “Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos…”.

“Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias (…) Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado (…) Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno”.

En el PLD hubo un proceso involutivo en la estructura, funcionalidad y propósitos de la organización, posiblemente porque “si todo va bien, ¿por qué cambiar?”.

Debido a la salida de Leonel Fernández del PLD, encabezando un gran sector de esa organización, en alianza política con los del PTD y de otros sectores, incluyendo a independientes, se ha formado la Fuerza del Pueblo. Esta organización ha llamado, terminado el proceso electoral, a celebrar su “Primer Congreso del Pueblo Profesor Juan Bosch”.

Este evento se iniciará el 6 de noviembre, fecha de la primera Constitución y se clausurará el 27 de febrero, día de la Independencia Nacional. Se tienen previstos 17 temas políticos, organizacionales e ideológicos; con ellos producir igual cantidad de documentos a ser aprobados en el Congreso.

Lo novedoso es que los debates serán abiertos por medios digitales, electrónicos y tradicionales, con la participación directa de los interesados, miembros que se reinscriban y los nuevos que se inscriban en el Partido.

Cada mesa temática tendrá un tope de miembros participantes con voz y voto, pero podrá registrarse el que desee para presenciar los debates y opinar por los canales y medios digitales que para tal efecto se dispondrán.

Eso significa que si por cada una de las 17 mesas temáticas se podrían registrar, para ser miembros, 200 personas estamos hablando de 3 mil 400; pero si son 300 hablaríamos de 5 mil 100. Sin incluir alrededor de 2 mil dirigentes provinciales, municipales, distritos municipales y del exterior con derecho pleno a participar.

Realizar un congreso partidario novedoso, con apertura y participación, es la respuesta a la crisis en el sistema de partido. Por su creatividad e inventiva cambiará totalmente la forma de organización partidaria de cara a la revolución digital. La Fuerza del Pueblo será expresión del cambio permanente.

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