El abridor Lázaro Blanco lanzó seis entradas con autoridad, Yurisbel Gracial produjo tres carreras y Cuba se impuso 6-4 a Venezuela ayer, en el juego inaugural de la Serie del Caribe.
Blanco, lanzador derecho que es el as de la rotación de los Alazanes de Granma y quien cumplió labor de seis entradas con 100 lanzamientos, entre ellos 59 strikes, admitió cinco imparables con dos carreras y ponchó a cinco rivales para que su equipo derrotara a los Caribes de Anzoátegui y comenzara con el pie derecho el certamen regional.
Gracial se fue de 3-2 y empalmó uno de los dos dobletes en el encuentro por los Alazanes, semifinalistas el año pasado y que buscan darle a su país el noveno campeonato de su historia en la Serie del Caribe, a la que Cuba volvió en 2014, tras una ausencia de 54 años.
El triunfo de Granma fue empañado por la pérdida de su jardinero y cuarto bate Alfredo Despaigne, quien abandonó el encuentro en la sexta entrada por una dolencia no precisada en una pantorrilla.
El equipo cubano no había precisado la gravedad de la lesión de Despaigne, quien participa en su quinta Serie del Caribe y se coronó el año pasado en la pelota japonesa. Los equipos soportaron una temperatura de 27 grados centígrados sobre el pasto sintético del Estadio Panamericano, casa de los Charros de Jalisco.
Cuba saltará de nuevo al terreno del estadio Panamericano este sábado, para enfrentar a los Tomateros de Culiacán, representantes del país anfitrión.
Los Caribes, que tuvieron muchos problemas para arribar a la sede por retrasos con sus vuelos, enfrentarán a las Águilas Cibaeñas de República Dominicana en su segundo compromiso.
