El teniente coronel Raúl Alejandro Girón Jiménez, implicado en el caso Coral, reveló anoche cómo funcionaba la supuesta red de corrupción e hizo imputaciones puntuales.

Su intervención en la audiencia de medida de coerción comenzó a las 10:00 de la noche y terminó a las 12:00 de la medianoche.

Durante las dos horas que le dirigió la palabra a la jueza Kenya Romero, que le conoce vista junto a los otros cinco imputados, Girón Jiménez aseguró que el entramado para distraer fondos públicos de entidades castrenses sigue funcionando a pesar de que estén apresados.

“No me voy a parar aquí a defender mentiras, yo decidí ponerle stop a esto, estoy totalmente de acuerdo con todos los planteamientos del Ministerio Público en este caso, pues es la verdad, pues no voy a mentir más”, expresó.

“¡Aquí no hay miedo ya! ¡Se acabó el miedo!”, expresó mientras miraba al general mayor Adán Cáceres Silvestre, supuesto cabecilla de la red.

Girón Jiménez dijo que manejaba la nómina del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) y era una persona clave para que el coronel Rafael Núñez de Aza, exdirector financiero de la entidad, realizara las operaciones ilícitas.

Indicó que Núñez de Aza cada vez que cambiaban de director en el Cestur se reunía con ellos para pagarle hasta 10 millones de pesos y así poder continuar realizando el desvío de fondos.

Explicó que las maniobras tenían dos modalidades: una era colocar a una misma persona a cobrar hasta 14 veces, y la otra era cobrar altas sumas de dinero por especialismos.

Acusó al exdirector del Cestur, Juan Torres Robiou, y al exsubdirector de la Policía Nacional, Neivy Luis Pérez Sánchez, de recibir dinero del entramado. De este último dijo que todos los meses tenía que llevarle un “bojote de cuarto”.

El teniente coronel, que permaneció durante la audiencia apartado de los demás y resguardado por un gran equipo de seguridad, manifestó que una vez se pagaba la nómina la presión aumentaba, pues se tenía que recoger el dinero, de los que cobraran y devolvían la mayoría del monto para luego distribuirlo entre los miembros del entramado.

Hacía miles de transferencias

Manifestó que “a cada rato” tenía que hacer transferencias a Cáceres Silvestre, a la pastora Rossy Guzmán, imputada y apresada, y a una de las compañías que manejaba la religiosa por diversos contratos y aseguró que todas estas transacciones están sustentadas, cuyos datos los posee ahora el Ministerio Público.

El teniente coronel precisó que Núñez de Aza le mandó a limpiar la dirección financiera del Cestur, pero que, afortunadamente, no lo hizo y que guardó esta información en sus servidores, los cuales, agregó, están en manos del Ministerio Público.

Sobre Cáceres Silvestre, indicó que fue en 2012, cuando fue desinado director del Cusep, con el ascenso al poder de Danilo Medina, que comienza a incrementar sus bonanzas, pues antes no tenía nada.

Precisó que Núñez de Aza tiene inteligencia para reclutar militares que puedan llegar a altos puestos y que sabía que Danilo Medina ganaría la presidencia y Cáceres Silvestre iba a ser ju jefe de seguridad. “Ahí es donde empieza a suceder lo mismo, un jeepetón, cuartos, te traigo a vivir en Colinas del Oeste, donde tiene un casa de alto costo”.

Pero además, Girón Jiménez aseguró que este entramado de corrupción no ha terminado.

Advierte sobre su vida y la de sus familiares

Girón Jiménez indicó que cuando la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) comenzó a interrogar a la pastora Rossy, se reunían al término de cada citatorio para saber qué pasó y perfilar los posibles requerimientos. Dijo que para mantenerlos calmados, Núñez de Aza le decía que la directora de Percusión del Ministerio Público, Yeni Berenice Reynoso, y el titular de la Pepca, Wilson Camacho, eran parte de la trama y peledeístas. Manifestó que sabe cuáles son los riesgos de estar relevando detalles de las supuestas maniobras fraudulentas, pues dijo que hay muchos militares al servicio de Cáceres Silvestre. “Yo sé el peligro que representa estar aquí diciendo esto. Por dos razones, magistrada, no se imagina usted la cantidad de militares leales al mayor general, que por el solo hecho de congraciarse con él, me dan para abajo”, expresó. Indicó que si a él o su familia le pasa algo la responsabilidad la tienen Cáceres Silvestre, Núñez de Aza, los demás imputados y hasta los abogados, Juan Carlos Torres Robiou, Neivy Luis Pérez Sánchez, el actual director interino del Cestur, Roberto Acevedo Tejada y también el director de Recursos Humanos de la entidad.

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