La hipertensión arterial es un tema muy importante, dado que es muy frecuente. En la población en general, una de cada tres personas es hipertensa. Pero, si tomamos a la población de 30 años para arriba, la mitad de las personas es hipertensa. Del total de hipertensos, la mitad ignora serlo. De los que son hipertensos, la mitad solamente están medicados. Y de los que están medicados, solo la mitad están bien medicados o siguen el tratamiento correcto.
¿Cuáles son los valores normales de presión arterial? ¿Qué se entiende por máxima y por mínima? La máxima es cuando el corazón empuja a la sangre, cuando hace “tuc”, y cuando se relaja el corazón es la presión mínima. A la máxima se la llama presión sistólica y a la mínima, diastólica.
¿Cuándo alguien es hipertenso? Cuando la máxima o la mínima pasan cierto límite. ¿Cuál es ese límite? Cuando la máxima es de 140 o más y la mínima es de 90 o más, explicaba recientemente a Infobae el reconocido doctor Daniel López Rosetti, médico presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Ahora bien, un flamante estudio de la Asociación Americana del Corazón publicado en su revista, ‘Hypertension’ y explicado en Science Daily, señaló que incluir peras y manzanas en nuestra dieta puede ser una muy buena idea ya que su composición rica en flavonoides genera un impacto positivo en la tensión arterial.
Se trata de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Queen’s en Belfast, que ha demostrado que los alimentos ricos en flavonoides, como las manzanas y las peras, parecen tener un efecto positivo en los niveles de presión arterial, una asociación que se explica en parte por las características del microbioma intestinal.
¿Qué son los flavonoides? Son una serie de compuestos con fuertes capacidades antioxidantes que se encuentran en frutas y verduras, según explicó el autor de otro reciente estudio de la Universidad de Harvard, Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y profesor de medicina en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, que remarcó qué frutas y verduras hay que consumir para reducir el deterioro cognitivo.
Los investigadores examinaron la relación entre el consumo de alimentos ricos en flavonoides con la presión arterial y la diversidad del microbioma intestinal. El estudio de la Asociación Americana del Corazón también investigó cuánta variación dentro del microbioma intestinal podría explicar la asociación entre la ingesta de alimentos ricos en flavonoides y la presión arterial.
La investigación se hizo entre 904 adultos de entre 25 y 82 años, el 57 por ciento hombres. Los investigadores evaluaron la ingesta de alimentos, el microbioma intestinal y los niveles de presión arterial de los participantes, junto con otros fenotipos clínicos y moleculares, en exámenes de seguimiento periódicos.
“Se sabe que los flavonoides que se encuentran en las plantas y alimentos vegetales como las bayas, las manzanas, el té, el vino y el chocolate negro ofrecen beneficios para la salud, incluidos algunos efectos protectores sobre el sistema cardiovascular. Un estudio de más de 900 adultos en Alemania evaluó la cantidad y frecuencia de ingerir alimentos ricos en flavonoides y midió las bacterias en el microbioma intestinal para determinar si existía una asociación con los niveles de presión arterial”, señalaron los autores, Amy Jennings, Manja Koch, Corinna Bang, Andre Franke, Wolfgang Lieb y Aedín Cassidy.
Es sabido que si uno tiene hipertensión va a tener complicaciones en su salud. ¿Dónde? En su salud cardíaca. ¿Por qué? Porque se van a alterar las arterias coronarias, lo que puede provocar infarto, angina de pecho, arritmias; el músculo cardíaco puede agrandarse, lo que se denomina hipertrofia cardíaca y eso hace sufrir al corazón. No es igual que simplemente usar una pesa o una mancuerna para desarrollar el músculo bíceps. Cuando el corazón trabaja a presiones más altas, sufre. Sufre porque tiene que empujar a mayor presión, se agranda y eso le hace mal a la circulación coronaria.
La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) dio a conocer los resultados de una nueva edición de la campaña ‘Conoce y Controla tu Presión Arterial’ (CyC 2020), esta vez, sin mediciones de la presión presenciales, sino apelando a que la gente que tuviese en su domicilio un tensiómetro midiese la presión de toda la familia y subiese los datos a una plataforma en una encuesta online.
Como principal conclusión del relevamiento, se observó que una de cada dos personas mayores de 16 años (50,2%) era hipertensa. Para determinarlo, se consideró a todos aquellos que reunían uno de estos tres criterios: a) los que se reconocían como tales, b) quienes tomaban medicación antihipertensiva y c) los que en la medición presentaban cifras tensionales iguales o superiores a 140/90 mmHg, valor de corte establecido por el Consenso Argentino de Hipertensión para determinar una presión arterial elevada o mal controlada.
De todos ellos, el 45,6% estaba tratado y controlado; uno de cada tres (37,2%) -pese a estar bajo tratamiento- no tenía controlada su hipertensión arterial (HTA); el 5,1% -aunque se conocía hipertenso- no estaba bajo tratamiento; y el 12,1% desconocía el diagnóstico y, obviamente, no estaba tratado. En total, el 54,4% de las personas hipertensas o no tenía controlada su HTA o no estaba bajo tratamiento, o ni siquiera sabía que tenía la enfermedad.
Fuente: Infobae