Haashville es un poblado móvil. Allí donde van Hanna y Ashley, se llevan su parque, su bar, su café, su cine, su escuela, sus hogares, sus jardines, sus patios, su escudo, pero sobre todo sus canciones, que narran las venas del desamor.

“No quiero detenerme para encontrar vacío mi corazón”, comenzaron a cantar Ashley Grace y Hanna Nicole y se reventaron los resortes que mantuvieron de pie todo el tiempo, y coreando, al público 97% femenino que colmó la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito.

La producción local de César Suárez Jr. Pudo al fin hacer realidad el deseo de tantas fanáticas de encontrarse con las hermanas que siguieron cantando No vayas a pensar, y luego agradecieron. “No saben lo mucho que llevamos esperando traer la gira Haashville a Santo Domingo.

Siguieron con Te dejo en libertad. Desde el principio se sabe que Ashley Grace Pérez Mosh, la trigueña es la reina del desamor, mientras su hermana Hanna todo lo contrario. Esa dupla va de uno a otro sentimiento. Hanna cantó al piano Supongo que lo sabes. Siguieron con el popurrí de Eso no va a suceder (gritos de las fan); Impermeable (imágenes muy de la estética del country, si es que la hay)
Ashley propuso cantar abrazados estas canciones y cantaron Qué me faltó, Sé que te vas, No pasa nada. Con coros, algarabías y ellas, las del público, todo el tiempo de pie.

Siempre Ashley es quien hace la referencias al desamor, lo hace con ironía, en un rol que le va bien. Cantaron entonces Amiga date cuenta, Ex de verdad. Después hubo un cambio de vestuario y una transición marcada por la banda. Por primera vez el público se sentó. Regresaron con Me entrego a ti y Amor a medias. Cuando iban a cantar En 100 años, subieron del público a dos jóvenes Yvette e Ismery, que se sintieron las vaqueras de la noche. Ambas cantaron con ellas. Luego A las 12 te olvidé.

Hablaron de cuernos y de irse con el mejor amigo, provocaron risas. Cantaron otro popurrí: Te apuesto; Todavía no; Destino o casualidad. En Dos copas de más (Ashley dijo que si pudiera cambiarle el nombre le pondría “Dos Mamajuanas a de más”).

Hanna volvió al piano para Qué hago yo, acompañada por un chelo eléctrico, teclado batería, bajo, guitarra. Sentada a una banqueta Ashley dijo que mientras vea que su última pareja recoge para marcharse, fue adonde Hanna y juntas escribieron No fue lo que hiciste, para sanar su corazón. También cantaron Perdón, perdón. Agradecieron desde el último al primero y a la banda pero sobre todo a las fans. El falso final fue con 30 de febrero.

Volvieron a escena con Odio amarte, Vaquera, Estés en donde estés y Lo aprendí de ti. Cuando salieron del escenario, directo a la yipeta, lo hicieron por un caminito iluminado lleno de colores. Al salir del recinto, un auxiliar recogió las cintas de leds, como quien recoge los residuos de la noche.

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