Cuando piensas en La Mancha, podrías imaginarte vastos campos dorados, molinos de viento y a un audaz caballero persiguiendo gigantes. Pero hoy, hay una nueva embajadora de esta emblemática región que, en lugar de una lanza, porta una espátula y un smartphone: Anna Ortiz, más conocida en redes como @annappleaday_.

Anna, oriunda del Argamasilla de Alba, ha dejado una huella indiscutible en las redes, fusionando dos mundos aparentemente distintos: el delicado arte de la música y la vibrante pasión por la gastronomía saludable. Aunque sus primeros pasos en Madrid la llevaron por las melódicas sendas del Real Conservatorio Superior de Música, su camino la condujo hacia el ritmo frenético de Instagram, donde las notas de sus composiciones ahora se traducen en colores, sabores y texturas.

De profesora de piano a la reina de las recetas saludables y rápidas, Anna no tardó en llamar la atención. «¿Sabes esa sensación de que estás haciendo algo que impacta positivamente en los demás? Eso es lo que sentí́ al crear mi primera receta y compartirla», confiesa Anna, al recordar sus icónicas cookies de navidad de plátano y avena.

Pero, ¿qué lleva a una pianista a intercambiar partituras por recetas? Simple: una pasión genuina. A los 16, Anna comenzó un viaje hacia un estilo de vida más saludable, transformando no solo su cuerpo, sino también su mente. «La música y la cocina tienen un hilo conductor: la creatividad. Ya sea improvisando en el piano o inventando una nueva receta con lo que queda en la nevera, todo se trata de explorar y experimentar», comenta con una sonrisa.

En apenas unos meses, Anna, bajo el nombre @annappleaday_ saltó de ser una figura emergente en Instagram con 20k seguidores, a una influencia masiva de 100k. Y en menos de un año, ese número ascendió a medio millón. Aplaudida por gigantes como Meta y reconocida como «Creator of Tomorrow», Anna se ha convertido en más que una influencer; es una inspiración.

Hoy, desde su plataforma @annappleaday_, Anna no solo comparte recetas. Comparte una filosofía de vida que invita a descubrir la magia en lo cotidiano. «No necesitas un gran escenario para hacer música, ni un restaurante de cinco estrellas para disfrutar de una comida deliciosa y saludable», dice, «todo lo que necesitas es pasión».

Desde La Mancha hasta la gran ciudad, Anna Ortiz es un recordatorio viviente de que las melodías más bellas a menudo vienen de los lugares más inesperados. Así que, la próxima vez que te encuentres tarareando una canción mientras picas un aguacate, recuerda que, en algún lugar de Madrid, Anna está haciendo exactamente lo mismo. Y ese es el tipo de conexión que solo las verdaderas estrellas pueden crear.

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