Cine histórico-dramático especialmente didáctico que muestra un acontecimiento histórico trascendental al explicar cómo grupos humanos se han lanzado a océanos abiertos y llegar a tierra firme en condiciones poco menos que imposibles. Y ver eso en un filme de especial belleza visual, con una historia muy bien contada he hilvanada en sus detalles, es una doble experiencia para quien guste verdaderamente del cine hecho con sumo gusto. Tiki se refiere al pueblo milenario que habita la Polinesia. Kon-Tiki es la expedición que quiso demostrar que fueron de la zona del Perú, y no asiáticos, los que poblaron a la Polinesia. El filme plasma cómo demuestra su hipótesis el antropólogo noruego Thor Heyerdahl y su expedición para cruzar el océano pacifico desde Perú hasta la Polinesia, en un viaje de 8 mil kilómetros, en el 1947, que se hizo en una embarcación similar a la de 1500 años atrás, sin motor. Seis otros aventureros le acompañaron en esa travesía. Un viaje que ellos mismos rodaron en 8mm y luego presentaron como documental ganando el Oscar al Mejor Documental del 1952 –y aunque las comparaciones son odiosas en el documental, genera la emoción de que adolece el filme con su “libertad artística” y cuya narrativa resulta obtusa–. La narrativa tiene un formato episódico y una escena introductoria que persigue establecer el arco dramático a partir de la superación y desafíos que se impone una persona para lograr su objetivo. La historia que envuelve ese viaje legendario, tiene subtramas que muestra la vida de la familia del aventurero, sus conflictos familiares. Alternadamente se muestran conflictos entre los 7 aventureros. Pero lo que es radicalmente espectacular es el uso del lenguaje cinematográfico con encuadres y ángulos en planos que juegan con un contrapunto entre los sueños del hombre y la inmensidad del entorno. Tomas cenitales, desde muy arriba alejándose de la embarcación para mostrar el océano, las estrellas, y luego el sol hasta caer de nuevo en la nave que surca pequeñita la gigantesca masa de agua del Pacifico en una estupenda elipsis (paso del tiempo). Hay secuencias agitadas de singular suspense como las de los tiburones que merodean, así como la caída accidental al océano de uno de los expedicionarios. No creo que nada se le acerque en belleza a la espléndida fotografía. Ahora en Netflix con ese título. El documental de 1950 se encuentra en Youtube también con el mismo título.

HHH Género: Drama, Aventuras, Biográfico. Duración: 118 minutos

Posted in Crítica Cine

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