El filme chileno se embarca en contar un acontecimiento relacionado con el poeta Neruda, cuya sinopsis es: “En 1948, el senador y escritor Pablo Neruda acusa al gobierno chileno de traicionar a los comunistas en el Congreso. El presidente González Videla lo desafuera y ordenó su captura. El poeta emprende la huida del país junto a su mujer. Mientras es perseguido por el prefecto de la Policía, Neruda comienza a escribir “Canto general” y se convierte en símbolo de la libertad y leyenda literaria”. Y se vale del realismo mágico que es definido como: “Género de historias que incorporan elementos de fantasía en historias y ambientaciones realistas (con el objeto de pretender profundizar en la realidad a través de lo mágico que hay en ella), en especial de corte latinoamericano -al ser un tema que se hizo popular por la literatura de escritores iberoamericanos-”.

El cine se vale de esa narrativa fantástica para construir obras que gustan a legos y eruditos del Séptimo Arte. De esta manera, se mira el mundo buscando puntuar cosas de la realidad trayendo elementos de lo fantástico, de los sueños, del folclor, de la imaginación, las creencias, las religiones… es un género relativamente nuevo –nacido en las décadas de los 40 y 50 como respuesta al realismo mágico europeo– que impulsa al cine (y a todas las expresiones del arte) latinoamericano y encanta a plateas del mundo. Es así como nos presenta a un Neruda en una nueva idea de su realidad, y ciertamente la vida de una persona no responde a muchas cosas, y es por eso que se trabaja con la metafísica o la fe, supersticiones y misticismos. El filme explota esa singularidad latina amante de secretos, descubrimientos nuevos, misticismo, supersticiones, cábalas. Todo eso contribuyó a crear un guión repleto de alegorías, una gran metáfora tan bien representada como la de “Cien Años de Soledad”. Digamos que el filme es 1 % historia real y 99 % encantadora parábola anti biográfica y política. ¿Es un semidiós? Neruda es híbrido de la historia chilena que al crear una realidad con narrativas surrealistas y realistas nos dice cómo somos y nos lo creemos píamente, porque lo dice de modo diferente y con el arte del buen decir reconstruyendo un mundo bajo su lupa para que pensemos el mundo real. Y, pues, el filme lo calca y nos brinda un Neruda fantástico para pensar en el real. En Netflix con ese título.

HHHHH Género: thriller de realismo mágico. Duración: 107 minutos

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