Este distinguido médico de Santiago de los Caballeros nació en esa importante ciudad el 25 de febrero del 1899. En su familia se destacaron, además, el famoso pintor Yoryi Morel, el poeta Tomás Morel y el periodista Rafael Morel. Dos de sus hermanos fueron, además, destacados juristas y jueces. Realmente, una familia muy distinguida, en que las artes y el estudio eran parte inherente de la vida cotidiana. Se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Naturales de la Escuela Normal Superior de Santiago de los Caballeros, y en el 1921 ingresó a la Universidad de Santo Domingo, recibiendo su título de Licenciado en Medicina y Cirugía en el 1926. Recibió su exequatur del Poder Ejecutivo en ese mismo año.

Tras finalizar sus estudios, fungió como profesor en la Escuela Paraguay de Santiago de los Caballeros, en donde tuvo como alumnos a importantes figuras, como el Dr. Joaquín Balaguer. Contrajo matrimonio en Santo Domingo con la Sra. Blanca Ricart. Como era norte en aquella época, viajó a seguir estudios en la Universidad de París en Francia, en donde recibió en el 1928 su Diploma de Doctor en Medicina, tras haber cursado estudios de Medicina Colonial. Su tesis doctoral se tituló: “Estudio sobre la infección en el cuerpo humano de la gardia entericum (gardia intestinalis) y muy particularmente sobre sus formas graves”.

Durante sus estudios en París fue compañero de los Dres. Bermúdez y Lora, con quienes compartió la medicina y todo lo que aquella ciudad francesa ofrecía, particularmente lo relacionado con el arte, ya que era, desde temprana edad, aficionado a la pintura.

Al regresar a Santiago instaló su consultorio en la calle Duarte esquina Máximo Gómez en su ciudad natal. Nos relata el Dr. Jiménez Olavarrieta: “Todavía en los años de la década de 1930, el ejercicio de la Medicina continuaba siendo lo que yo, humildemente, llamo ‘el período heroico’ de nuestra Medicina en Santiago. El médico tenía que hacer visitas a sus pacientes del campo, a caballo. Los partos se hacían a domicilio. Los pacientes aparentemente graves del campo, eran traídos a la ciudad en ‘literas’. Este artefacto primitivo se componía de un catre de tijeras, provisto de dos travesaños en los extremos de dos largueros, para impedir el cierre del mismo. Los mismos estaban cubiertos de un toldo, para preservar al enfermo de las inclemencias del tiempo. Los familiares del enfermo hacían ‘juntas’ entre los amigos y vecinos del lugar, para turnarse a lo largo del camino en la conducción, sobre sus adoloridos hombros ‘de tan preciosa carga’”. El Dr. Morel ingresó a trabajar al Hospital San Rafael, en donde permaneció por espacio de ocho años como Médico Ayudante. Fue además uno de los fundadores de la Asociación Médica de Santiago. Su capacidad como clínico le posicionó como uno de los más prestigiosos médicos de la región del Cibao, y también del país. Pacientes de toda la geografía nacional acudían a Santiago para consultarle.

El Dr. Morel, conocido como Quico, no solo se dedicó a la medicina, también se destacó como pintor, y participó en una exposición pictórica realizada en la ciudad de Santo Domingo en la década del 1960 que agrupó a destacados profesionales de la salud, entre los que destacaron los Dres. Miguel de Moya y Horacio Read. Era además asiduo participante de la Peña Literaria de Santiago, que se celebraba en aquella ciudad y que reunía a importantes figuras intelectuales del país. Falleció en la ciudad que le vio nacer en el año de 1981.

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