“El artista plástico debe ser un comunicador de sentimientos”  Bladimir Díaz ha adquirido fama internacional como artista plástico. Él se entregó al arte , dándose a conocer por la forma de pintar sus “Mujeres morenas con pamelas”. Comenta que desde pequeño siempre mostró interés por el arte, iniciando sus estudios de pintura en Bonarte Centro de Arte, en la ciudad de Bonao, donde creció. De su padre, Orlando Díaz Fortuna, “Lan”, como era conocido, adquirió los primeros conocimientos, ya que él era profesor de pintura. El artista del pincel estudió dibujo arquitectónico con el arquitecto Germán Mejía en Bonao y en el Instituto Gregg de Santo Domingo; ingresó en la Universidad Central del Este (UCE) a estudiar arquitectura, y luego en la Universidad O&M. Al final, decidió dedicarse por completo a la pintura. Bladimir ha recibido distintos reconocimientos, el más reciente en Puerto Rico, donde se le otorgó el premio “Index a la Excelencia Dominicana en 2017”.

¿Cómo fue tu acercamiento al mundo de las artes plásticas?
Todo comenzó en mi pueblo de Bonao. Recuerdo desde muy niño, a aquel hombre alto, con barbas y boina cantando ópera, dibujando… ese era mi padre, Orlando Díaz Fortuna (Lan), pintor, escritor, caricaturista. De él saqué esa vena artística y siendo joven me convertí en su ayudante. Siempre hubo una mesa de dibujo en la casa, yo chorreteaba las hojas con tinta china, me ponía a dar fondo con pintura blanca a las canvas y, de ahí comencé ese acercamiento con el arte.

¿Cuál es tu formación académica?

Comencé a estudiar pintura en Bonarte Centro de Arte y luego en el Centro de Arte Lan Díaz en Bonao en 1978. Estudie dibujo arquitectónico en el instituto Greeg en Santo Domingo y luego estudié arquitectura en la Universidad Central del Este.Posteriormente continúe en la O&M. Después de varios semestres me decidí por la pintura, ya que en aquellos años había impactado muy fuerte con las pamelas, esas mujeres mulatas, a las cuales hacía un homenaje. Era mucha la demanda, ya no podía dedicarle el tiempo al dibujo sobre mesa. Al mudarme a Nueva York, estudié un tiempo en The Art Students League of New York y en Puerto Rico, donde resido hace unos años.

¿Cómo definirías a Bladimir Díaz, el artista?
Es muy difícil auto definirme, pero las personas que me conocen más de cerca dicen que soy muy trabajador, disciplinado, enfocado en lo que quiero, creativo, optimista, que todo lo ve posible dentro de los parámetros de la realidad; bohemio como era mi padre, pero con cierto grado de cordura y respetuoso del tiempo de los demás. Agradecido de Dios por todas las exposiciones individuales que he podido realizar en diferentes países y ciudades, durante más de 35 años en el arte. Con ganas de hacer muchas cosas y con la particularidad de que en cada exposición me entrego de lleno en todo el proceso.

¿Y tu estilo, cómo lo defines?
Me encanta dejar caer pigmentos en el lienzo, esos chorreteos que se mezclan armónicamente. Trabajar formatos grandes, porque me da la libertad de expresarme con mayor movimiento; esas ideas van fluyendo ya con los años, uno saber cuál es el color que va en cada momento y lo que queremos conseguir al final.

¿Cuál debe ser la actitud de un artista ante la sociedad?
Me parece que el artista debe ser un comunicador de sentimientos. Tenemos una oportunidad de crear desde un lienzo en blanco una historia, pero que esa historia tenga cierto sentido, no se trata de pintar por pintar. No creo mucho en ciertos pintores cuando dicen: no sé, yo solo me pongo a pintar y las cosas me van saliendo. Ok, eso está bien, pero un verdadero artista debe tener el conocimiento para saber lo que se va a conseguir finalmente. Somos embajadores en cada ciudad o país que visitamos.

¿Qué se logra con la pintura, a diferencia de otros medios?
Aunque he trabajo con grafito y otros medios, como madera, metal, entres otros métodos, podemos crear colores nuevos con las mezclas de otros pigmentos. Hoy ya vienen preparadas una gama muy amplia de colores en óleos, como en acrílicos, pero es sumamente importante saber mezclar nuestros propios colores.

Como dices, la pintura es de las expresiones artísticas más antiguas, ¿cómo entiendes que debe convivir con los nuevos medios?
Hoy utilizamos la pintura como un medio de colección, para decorar, como inversión o para relajarnos, pero hace varios siglos, la pintura era un medio de comunicación, de plasmar un momento de la historia. Gracias a la pintura realizadas hace varios siglos, podemos tener una mejor idea de cómo eran los lugares, o personajes. Grandes estudios de maquinarias y monumentos arquitectónicos hoy se pueden comprender a partir de las pinturas de aquellas épocas. También es un medio de llevar un mensaje.

¿Que es más importante en una obra de arte: la técnica o el contenido?
La técnica es el medio que utilizamos en una obra para llegar al contenido. Me parece que es bien importante que la obra conecte con el espectador, si no existe eso, podrá tener muchos elementos, pero no será tomada como referencia. Es esa obra que te llega al corazón, que hace que te quede por un tiempo más de lo normal, buscando elementos, esa obra de la cual vas hablar de ella más adelante.

¿Qué te mueve como artista?
Definitivamente, el proceso creativo. El verdadero artista siempre está inquieto creando. Digo verdadero, porque hay muchas personas que se han enganchado a pintar y ya se creen artistas. Podremos tomar clases de arte y pintar, bien, pero el artista nace, no se hace, esa vocación natural, la cual se va puliendo con los estudios y la práctica.

¿Qué buscas cuando realiza una exposición?
Busco expandir mi arte. Hace unos años, cuando expuse en Perú, recuerdo que una señora se me acercó y me preguntó: ¿Bladimir, usted es de Bonao, de la tierra del maestro Cándido Bidó?, O sea, ya a él se le conocía por lugares tan lejanos. De eso se trata, de compartir, aunque vivo muchos años en Puerto Rico, viajo constantemente y eso me permite conocer otras culturas. l

Posted in Entrevista CulturalEtiquetas

Más de cultura

Más leídas de cultura

Las Más leídas