Gustavo Velez asume su rol como artista como una responsabilidad consigo mismo. FUENTE XTERNA
Gustavo Velez asume su rol como artista como una responsabilidad consigo mismo. FUENTE XTERNA

La pasión de del escultor colombiano Gustavo Vélez por la escultura se desarrolla a temprana edad, pues desde que era un niño tenía la certeza de lo que el destino le deparaba: El arte. “Desde que tengo uso de razón recuerdo tener una inclinación muy especial por las actividades manuales, por descubrir la mecánica de las herramientas que usaba mi padre, él me enseñó a usarlas y me dio la confianza y el acompañamiento para manipularlas”, recordó el artista, y recordó que el hierro y la arcilla eran la excusa perfecta para sus primeras creaciones. Expresa que luego de terminar su educación secundaria, la cual alternó con estudios de escultura en el Instituto de Bellas Artes y la Escuela Eladio Vélez de su ciudad natal, viajó a Florencia, Italia donde realizó estudios en la Academia Lorenzo de Medici y concluyó su formación en los talleres de Pietrasanta, donde además tiene su atelier de escultura.

¿Cómo defines tu estilo?

La abstracción de mis esculturas es orgánica, hace un homenaje a la naturaleza y los elementos que la conforman. Los aceros reflejan todo lo que sucede a mí alrededor, son espejo de gestos y emociones. Los bronces son cálidos y alegres, son expresivos y dinámicos. Los mármoles entregan armonía y conexión entre cielo y tierra. Cada técnica produce una emoción diferente pero el mensaje es el mismo: conexión con la naturaleza, reflejo de sentimientos, abstracción de la realidad, interacción sutil con el espacio. El arte es un lenguaje común que une al mundo, a pesar de las distancias. Es una herramienta para expresar sentimientos y emociones.

Gustavo Vélez junto al personal de un museo mientras colocan una de sus esculturas

¿Qué nos puedes decir sobre tu rol como artista?

Mi rol como artista lo asumo como una responsabilidad conmigo mismo. Llevar el nombre de mi país a través del arte por el mundo me hace muy feliz y lograr que quiénes se relacionen con mis esculturas tengan experiencias positivas, alegres, pacíficas y de reflexión son una gran motivación para continuar.

¿Qué es lo que más te apasiona cuando ejecutas una obra?

Cada técnica tiene su particularidad y sus razones que las hacen apasionantes. Los mármoles son la intervención de la naturaleza, el resultado de millones de años de formación mineral hasta que les llega el momento del cincel y el martillo. La sensación es de respeto y de querer honrar el pasado del material. Los bronces son maleables en su proceso inicial, se endurecen en el proceso pero finalmente se dejan intervenir con pátinas de colores, esto produce una admiración por el proceso y cada uno de sus etapas. Los aceros tienen el reto de romper con la frialdad del metal hasta lograr la calidez de ser espejos de la realidad, una técnica manual y humanizada.

Gustavo Vélez mientras trabaja una de sus esculturas

¿Qué te inspira?

Inicialmente fui figurativo. Mis primeros trabajos fueron figuras humanas y caballos, estoy hablando del año 1993. Posteriormente, inicié el proceso de abstracción de las formas hasta lograr el estilo que ahora me caracteriza. El haber sido figurativo y haber trabajado la anatomía humana y animal hizo que mis líneas, a pesar de la abstracción sean muy orgánicas y expresan formas de la naturaleza. Por esta razón en todas mis obras pretendo reflejar libertad, armonía, juegos de líneas y fluidez de los elementos de la naturaleza.

Gustavo Vélez, escultor

¿Cuáles son tus artistas favoritos?

Gian Lorenzo Bernini, del Renacimiento italiano.

¿Tienes alguna influencia como artista?

La naturaleza, las vivencias del presente y del pasado, las conversaciones profundas, mis padres y mi infancia, los sueños… son mi influencia.

¿Tiene tu obra tiene un fin social?

Exhibir mis esculturas en museos, instituciones públicas y lugares al aire libre son una oportunidad que aprecio mucho porque permiten que quienes se acerquen a ellas generan reflexiones de toda índole. Dialogar con quiénes se sienten atraídos por el mundo del arte y sus manifestaciones me produce gran satisfacción. Además, espero en un futuro poder desarrollar un proyecto específico con un fin netamente social, es un sueño que tengo en mente y espero llevarlo a cabo lo antes posible.

¿Cuál ha sido tu proyecto artístico más ambicioso?

Cada obra monumental es un proyecto ambicioso de principio a fin. En el caso de los mármoles, desde elegir bloques de más de 10 toneladas para darles forma durante meses hasta instalarlos es un gran reto.

¿Cuáles son tus proyectos?

Este año realizaré una muestra itinerante de escultura monumental en ciudades italianas como Forte de Marmi, Florencia y Milán. Además, estoy desarrollando un grupo de esculturas que serán exhibidas en Suiza.

¿Cómo se mantiene tu obra en el mercado de arte?

Las galerías de arte son las encargadas de comercializar las obras de arte y cuidar el nombre de los artistas a los cuales representan. Esa es su mayor responsabilidad.

¿Cuáles han sido los momentos más gratificantes de tu carrera?

La exposición en Pietrasanta fue un momento muy especial, tuvo un gran significado para mí no solo por la importancia de la muestra, sino por ser en la localidad en la que me formé como escultor y donde aún sigo realizando mis creaciones. Desde mi llegada en 1996 a Pietrasanta soñé con esa exposición y haberla realizado en 2013 fue un gran honor para mí.

Una de las esculturas de Gustavo Vélez

Aspiración

«Deseo poder desarrollar un proyecto específico con un fin netamente social, es un sueño que tengo en mente y espero llevarlo a cabo lo antes posible”.

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