Los primeros sellos dominicanos fueron emitidos en 1865, poco después de la restauración de la independencia nacional

La historia de la Sala Filatélica Juan Pablo Duarte realiza un importante y dedicado trabajo desde su fundación en el 2010, que ha convertido este espacio en un centro educativo y cultural enriquecedor.

Desde su inicio hasta la actualidad, la sala ha evolucionado, y ofrece exposiciones cambiantes, colecciones de sellos del mundo y piezas postales antiguas.

Con su sede en el Instituto Postal Dominicano (Inposdom), sus muestras integran la historia postal dominicana con la educación, brindan visitas guiadas a colegios, escuelas y público en general, porque la sala no solo preserva la historia postal, sino que también la comparte y la hace accesible a las nuevas generaciones.

El recorrido por el mundo de la filatelia a través de su colección, la diversidad de países representados en sus sellos, y la historia detrás de cada uno son ejemplos maravillosos de la riqueza cultural que la filatelia puede reflejar.

En ese sentido, su directora Atalah Lluveres resaltó que esta institución cultural surgió con el propósito de dar a conocer a los visitantes un poco de la historia del coleccionismo de sellos en la República Dominicana, al tiempo que sirva de promoción y de medio de difusión de la filatelia en el país.

“Los sellos postales no solo son los embajadores de cada país, sino también son una muestra de la idiosincrasia de la cultura, educación, de toda actividad de un país queda reflejado en los sellos postales”, consideró Lluveres quien es también directora de Filatelia y Cultura del Inposdom.

Según explicó, la Sala Filatélica se creó en 2012 en honor al Patricio Juan Pablo Duarte, y en ella se realizan exposiciones de los sellos dominicanos y del mundo, que van cambiando de acuerdo con lo que la institución desea perseguir o de la ocasión o aspectos patrióticos del momento.

Lluveres recordó que el sello postal per se comenzó en 1840 en Inglaterra, pero en la República Dominicana los primeros sellos fueron emitidos en 1865, poco después de la restauración de la independencia nacional. Estos, junto con otros emitidos entre 1865 y 1876, son conocidos como “sellos clásicos” dominicanos y el valor facial era de un real y medio real y obviamente tenían el escudo nacional, que luego fue evolucionando.

Exposición
Otra de las colecciones es la “Filomoda” dedicada a todo lo que tiene que ver con la moda en los sellos: tocados, bordados a mano, vestuarios, prendas, trajes típicos, diseños, textiles, accesorios, entre otros. Comenzó cuando vino al país Ágata Ruiz de la Prada, para ese entonces tuvieron un sello dedicado al famoso modisto dominicano Oscar de la Renta y ella estuvo presente en la puesta en circulación.

Otras colecciones están conformadas por sellos de los trajes típicos de diferentes países, como Ecuador, México, Eslovaquia, Eslovenia, Cuna, Costa de Marfil, China, El salvador, España, Ecuador Colombia Cuba Costa de Martín China España, entre otros, así como indumentarias relacionadas con el vestuario.

Luego esta es un poco dentro de lo que se llama la filatelia del mundo, que dentro del coleccionismo de sello está lo que se llama la temática, compuesta por sellos postales de la flora y la fauna de los diferentes países, lugares turísticos, gastronomía, automóviles antiguos o clásicos, transporte aéreo como aviones, helicópteros, entre otros.

En cuanto al tema de arquitectura, la Sala Filatélica presenta colecciones de barcos, aviones, armas, medios de comunicación o transporte como la bicicleta y demás.

La colección con que cuenta la Sala Filatélica incluye también postales de la visita del papa a la República Dominicana, del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez cuando cumplió sus 25 años, además de artistas famosos como Marilyn Monroe, acontecimientos mundiales de las casas británicas, de los principados de Mónaco, de las realezas, la boda de Katherine Middleton con el príncipe Wiliams, entre muchos otras temáticas de sellos postales. “los países ponen en sus sellos su vida”.

Además de las muestras de sellos, la Sala Filatélica exhibe también balanzas antiguas, máquinas franqueadoras, diferentes libros de registro de operaciones postales de administraciones del interior de hace más de 100 años, entre otros tantos interesantes acervos.

Colage de sellos postales referidos al carnaval dominicano.

Sellos cristianos y patrióticos

La Sala Filatélica cuenta con una emisión que se llama Vírgenes de América, dedicada a todas las patronas de América.

Por ejemplo, la colección del cacique Enriquillo se hizo basada en un cráneo de un cacique o de alguien que pertenecía a la nobleza de los taínos. Se hizo esta nueva fisonomía de Enriquillo, con la guía de un antropólogo. Y esa fue la que se trabajó en el sello.

La entidad también cuenta con una colección de la evolución del Escudo Nacional, el cual tuvo diferentes versiones hasta la última, La muestra, que es una serie que tiene 23 sellos diferentes explica un poco la evolución hasta la versión final de nuestro escudo.

Esta edición está dedicada a María Trinidad Sánchez, nuestra patriota, de toda su actividad. También de María Montés, Casandra Damirón, entre muchas otras grandes figuras de la vida de la República Dominicana aparecen en las colecciones de la Sala Filatélica Juan Pablo Duarte del Inposdom.

Otras colecciones con las que también cuenta esta sala filatélica y que las va alternando tienen relación con intercambios con otros países y ciudades como Mongolia, Barcelona, Holanda, Nicaragua. También de Perú, Paraguay, Panamá, Portugal, Polonia; Israel, Marruecos, Malasia y México.

Visitas guiadas

Uno de los objetivos de la sala es recibir visitas de escuelas y colegios, a quienes atienden varias veces al año. A estos visitantes les ofrecen un tur primero por la sala de las exposiciones filatélicas que concluye en la escuela postal. El cierre del recorrido lo terminan en la Filatería donde pueden adquirir el sello que les interese, y enviar correspondencia o paquetes.

“Durante el recorrido les enseñamos lo que es la filatelia y las exposiciones para que los estudiantes aprendan. Ahí mismo aprovechan para comprar unos sellos postales”, manifestó Lluveres.

El sello postal tiene dos funciones: aparte de que es embajador de cada país también tiene un valor educativo incalculable. “Además, los sellos postales ganan valor con el tiempo, adquieren plusvalía”, afirmó Lluveres.

Y agregó: “Una colección filatélica es una inversión, porque hay colecciones y sellos postales que se han vendido en cientos de miles de dólares”.

María Montez inmortalizada en un sello.

Opinión
Los sellos postales no solo son los embajadores de cada país, sino también una muestra de la idiosincrasia, la cultura y educación. Toda actividad de un país queda reflejado en ellos”.

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