Seguimos ofreciendo íntegro, capítulo por capítulo, mi libro “VIDA Y ABORTO

CAPITULO XIV
Testimonio: Una voz a favor de la vida

¿Quiénes somos nosotros para decidir quién puede vivir y quién no? Esta pregunta quizás ha acompañado a Zeira Becerra a lo largo de su vida, junto al argumento de que nadie tiene derecho evitar que un niño nazca.

Becerra, creadora de la Fundación Vida en Misericordia, tuvo que alzar la voz contra el aborto a sus 19 años, en 1991, cuando le tocó trabajar en un consultorio ginecológico donde se interrumpían embarazos, actividad que desconocía, según relata.

“Mi trabajo era en el área de limpieza y como recepcionista bilingüe hasta que me pidieron ayudar en el quirófano, no sabía que allí había uno, cuando me llevaron y me entregaron un frasco con sangre y caliente quedé en ‘shock’”, señala la colombiana.

En ese momento, Becerra supo que estaba en una clínica donde se practicaban abortos, de 9 a 10 por día. Sin ánimos de seguir en ese trabajo, expresa que volvió porque la alarmó esa gran cantidad de mujeres que estaban en la lista.

Aprovechó que sus ocupaciones habían cambiado y podía interactuar con las embarazadas antes de practicarse el aborto. “Les empecé a hablar sobre los riesgos y los procedimientos que les harían, y les enseñé algunos frascos para que vieran cómo queda un feto”, sostiene.

Experiencias

Becerra, quien viene por segunda vez a República Dominicana, narra que tuvo una fuerte experiencia con una mujer que fue a la clínica a abortar con 13 semanas de embarazo. “Le mostré cómo estaba un feto en ese periodo de gestación y me dijo que no quería que sucediera eso, pidió su dinero y se fue”, explica.

Otro día, expresa, llegaron tres casos grandes (dos madres de 5 meses y una de 6), a quienes no tuvo acceso por decisión de su jefa, ya que sospechaba que Becerra tenía que ver con la deserción de algunas de las mujeres. Sin embargo, fuera de ese quirófano, asegura, oró de rodillas por ellas y por sus bebés, luego de un rato las madres desistieron de su idea. Dice que pudo evitar unos 800 abortos, y que muchas de las madres llegaban allí con una actitud de negación y decididas a interrumpir su embarazo sin escuchar razones para luchar por su bebé.

Pero el interés de Becerra por orientar a las madres y tratar de convencerlas para que continuaran su embarazo tuvo sus consecuencias. La dueña del consultorio amenazó hasta con herirla en el rostro. “Gracias a Dios no me hizo nada, pero si lo hubiera hecho, sé que hubiera valido la pena porque el aborto es un asunto de vida o muerte”, sostiene.

Agrega que “el aborto lo venden diciéndole a la mujer tu cuerpo es tuyo, tú haces lo que quieras, no es de la iglesia ni del Estado. Pero el aborto es un negocio. A los médicos simplemente les importa lo que pagan”.

En la clínica, que ya no existe, un aborto oscilaba entre 200 y 3,000 mil dólares. La cifra subía dependiendo del tiempo de gestación de la madre.

Motivo de la Fundación

El caso de una adolescente colombiana, de 14 años de edad, motivó a Becerra a crear un centro que brindara ayuda y soporte a las madres que no tenían apoyo en sus hogares. En 2006 empieza a funcionar en Colombia la Fundación Vida en Misericordia, que da charlas preventivas a padres y jóvenes, así como orientaciones a embarazadas y a quienes se han practicado abortos.

“Me motivé a crearla porque durante el tiempo que estuve en la clínica, que no fueron más de cinco meses y medio, conocí a una adolescente colombiana de 14 años que fue a practicarse el aborto porque su mamá no quería que ella perdiera su vida de modelo ni le gustaba el novio de la menor”, explicó.

Becerra, madre de dos hijos, actualmente está en Houston, Estados Unidos, donde trabaja para crear otra fundación que se dedique a las mismas funciones.

En esta, su segunda visita al país, dictará la conferencia “La verdad detrás de la ideología de género”, junto a la activista pro vida y ex funcionaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Amparo Medina.

La actividad será a partir de las 7:30 de la noche en el auditorio de la Casa San Pablo. Se tratarán temas del aborto, homosexualidad, cómo el feminismo pone a la mujer en sentido equivocado para que esta olvide su rol como mamá y que compita con el hombre. “No se trata de eso, el varón es un complemento para la vida. Cada quien tiene sus roles”, concluye.
Listín Diario, La Vida,
Viernes 15 de mayo de 2015.

Viva la vida
Capitulo XVI
Nota: Por razones de tamaño no transcribiremos ahora el capítulo XV. Lo dejamos para la próxima entrega. Ahora damos en lugar el capítulo XVI.

Rueda de prensa en el Arzobispado

Los doctores Luis Cantizano, Juan Pichardo y Nelson Grullón dieron a la opinión pública la siguiente declaración:

a) Cuándo comienza la vida. “El tema que queremos compartir con ustedes es el resultado de los estudios de la biología y genética humana. Nuestro punto de vista es, pues, fundamental. Se trata de considerar si el embrión humano es una vida humana individualizada ya desde el primer momento.

El primer dato incuestionable, puesto bien claro por la ciencia (genética), es que en el momento de la fertilización, esto es, de la penetración del espermatozoide en el óvulo, los dos gametos de los padres forman una nueva entidad biológica, el cigoto, que lleva en sí mismo un proyecto – programa – individualizado, una nueva vida individual.

Este primer evento en la formación de un individuo humano es la fusión de estas dos células, altamente especializada.

b) Proceso de fertilización. Es el proceso sumamente complejo, en el que dos células extraordinarias tecnológicamente programadas constituyen dos sistemas autónomos, pero ordenados uno al otro, interactúan entre sí, dando origen a un nuevo sistema, un nuevo ser.

En cuanto esto se produce, comienza una cadena de actividades que evidencian que no son ya dos sistemas, que operan individualmente uno del otro, sino que ha constituido un nuevo sistema que comienza a operar como una unidad llamada precisamente cigoto.

El centro biológico o estructura coordinadora del embrión es el nuevo genoma, identificando al embrión como biológicamente humano, especificando su individualidad. De lo dicho anteriormente, el hecho que debe notarse principalmente es que este no es inerte, ni ejecutado por los órganos fisiológicos maternos que se sirven del programa, del mismo modo que el arquitecto se sirve del proyecto como esquema pasivo, sino que es un nuevo proyecto que se constituye a sí mismo y en sí mismo y es en si el actor principal. Aún manteniéndose activos por un cierto tiempo los sistemas maternos que llevaron a que el óvulo madurara, sin embargo, desde el primer momento de la fertilización entran en acción los sistemas de control del cigoto.

Sin embargo, la autonomía de la que hablamos no ha de entenderse en sentido absoluto. Justo es señalar que también cuando somos adultos dependemos del ambiente vital que nos rodea, pero de todos modos aquí se trata de una dependencia extrínseca análoga a la que un adulto tiene respecto del ambiente. El ambiente materno proporciona nutrición y oxigenación, elimina los productos del metabolismo que pueden ser tóxicos. La dirección del desarrollo, sin embargo, de este nuevo ser no depende de órganos directivos maternos, sino de la composición autogénica del embrión mismo. Es por esto que los genetistas señalan que decir por esto que el embrión es una porción de la madre es un error de carácter científico.

c) Carácter humano del embrión. Puesto que el carácter biológico es ininterrumpido, y se actúan sin una mutación cualitativa intrínseca y sin que se necesite una ulterior intervención que lo origine, se debe decir que la nueva entidad constituye un nuevo individuo humano que desde el instante de la concepción prosigue su ciclo o, mejor dicho, su curva vital.

La autogénesis del embrión se efectúa de manera tal que la fase sucesiva no elimine la anterior, sino que la absorbe y la desarrolla según una ley biológica individualizada y activamente controlada.

Incluso cuando aún no es reconocible la figura humana, son cientos de miles de células musculares las que hacen ya latir un corazón y millones de células nerviosas que se ensamblan y forman circuitos para constituir el sistema nervioso humano. Como decía Tertuliano: “Es ya hombre aquel que lo será.”

CERTIFICO que estoy transcribiendo completo literalmente mi libro VIDA Y ABORTO, capítulo tras capítulo.

DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veintinueve (29) días del mes de septiembre del año del Señor dos mil dieciocho (2018).

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