La combinación de los estilos decorativos con la tecnología se puede lograr integrando los artículos de manera armónica, sin que los espacios luzcan recargados.

La nuevas tecnologías son impresindibles en multitud de aspecto de la vida cotidiana y su presencia en los hogares no puede faltar. El problema es que muchas veces compramos electrodomésticos como televisores o altavoces, y al ubicarlos, llama mucho la atención, aunque no precisamente por su belleza, sino más bien porque causan un ruido visua en medio de la decoración.

Pa evitar objetos visualmente molestos, y que desentonan con el resto de la casa, las compañías tecnológicas están optando por hacer, cada vez más, tecnologías destinadas a adornar la casa, es decir, aparatos que no importa donde los coloques, lucirán bien.
La idea es integrar este mundo tecnológico a nuestro hábitat, hacerles lugar sin que se conviertan en artefactos, más bien que de manera armónica logren formar parte de nuestros ambientes.

Tenemos la opción de camuflarlos o, por el contrario, darles protagonismo, dependiendo de lo queremos lograr. Si hablamos de aparatos modernos que llegan a ser verdaderas obras de arte, nada mejor que convertirlos en puntos focales, hacerlos destacar, ya sea que resalte por la forma o la ubicación que le demos.

Si prefieres desconectarte un poco del avance y descansar de la maquinaria de vez en cuando, entonces lo ideal es que puedas esconder los grandes aparatos como televisores y sistemas de bocinas. Se pueden encontrar muebles prácticos para ocultar lo que tiene que ver con tecnología, sin dejar atrás nuestro estilo decorativo.

La clave está en tratar estos objetos como piezas que forman parte de la decoración. Por este motivo, hay que jugar con sus diseños, materiales, colores y acabados, buscando cómo disimularlos, camuflarlos o, por el contrario, darles protagonismo. Elige modelos especiales, como las versiones de aparatos antiguos, o diseños espectaculares que se convierten en verdaderas obras de arte. Otra forma para atraer las miradas es hacer que sobresalga del resto del ambiente. Puede ser por sí mismo o por su ubicación. Así, puedes colocar la televisión sobre un mueble especial que se destaque sobre el resto de piezas o presidiendo la pared principal del espacio. El punto está en hacer que destaque, que adquiera suficiente protagonismo y que se sienta cómodo en su nuevo papel.

Posted in Estilo

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas