El virus respiratorio sincitial (VRS) es una afección del sistema respiratorio con síntomas muy similares a la gripe

El virus respiratorio sincitial (VRS) afecta a personas de todas las edades, sin embargo, es más común en niños menores de 2 años. Existen grupos de alto riesgo como los niños prematuros. También en aquellos con padecimientos de broncodisplasia pulmonar (trastorno pulmonar crónico que perjudica a los recién nacidos que han requerido de un respirador a). Asimismo, malformaciones cardíacas congénitas, pacientes inmunocomprometidos y síndrome de down, según el doctor Esteban Coto.

El VRS es una enfermedad del sistema respiratorio con síntomas muy similares a la gripe. Los síntomas son la congestión nasal, tos, pérdida de apetito, estornudos, fiebre, etc. “Estos síntomas son muy comunes entre ambas enfermedades por lo que, es importante acudir a su médico de confianza para realizar una valoración completa. De esta forma se da un diagnóstico más asertivo”, dijo Coto, quien es director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe.

El VRS es un virus con síntomas similares a los de la gripe.



En casos graves, Coto sostiene que el 90 % de los pacientes pueden sufrir bronquiolitis, una inflamación de las vías respiratorias pequeñas en los pulmones, y el 50 % puede desarrollar neumonía.

Diagnóstico del VRS

Para un diagnóstico de infección severa es necesario evaluar la historia clínica completa del paciente, incluyendo sus síntomas, un examen físico y una prueba de laboratori para verificar la presencia del virus (PCR o prueba de antígeno). Ante un cuadro más severo se puede requerir radiografías de tórax y análisis de sangre completos y orina.

Este virus se caracteriza por presentarse durante la estación lluviosa, un periodo que tiene una duración en la región de unos 5 a 6 meses. Esto debido a las constantes precipitaciones las personas suelen pasar más tiempo en lugares cerrados, donde se intensifica el contacto con otros.

Transmisión

La transmisión de este virus se realiza al estornudar o al toser, presentando una incubación del virus que va desde dos a ocho días. “La mayoría de los niños suelen recuperarse solos, sin embargo, 3 de cada 100 necesitan ser hospitalizados y el requerimiento de oxígeno suplementario dependerá de la condición de salud de cada paciente», dice el especialista.

Las proteínas que se le inyectan al bebé le brindan protección.

Hay opciones como anticuerpos monoclonales, que son proteínas de defensa que se inyectan al bebé para brindarle protección y evitar los casos graves y hospitalizaciones por la enfermedad”, concluyó el doctor.

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