“He creado el mayor repositorio bibliográfico virtual del país”

Luchy Placencia creó Librotecas.com, una página de internet en la que se puede acceder de manera gratuita millones de libros en internet.

Luchy Plasencia habla con pasión de sus inquietudes literarias y artísticas.
Luchy Plasencia habla con pasión de sus inquietudes literarias y artísticas.

Lucía Placencia González (Luchy) es una comunicadora, fotógrafa, escritora y consultora en comunicación. Es autora, además, de la obra La niñez de Vega, lo que la convierte en la primera autora dominicana en ganar un premio literario en la plataforma de Amazon, que la incluyó en la categoría de “Finalista”.

Además de trabajar de manera independiente para diferentes medios, es una lectora empedernida, y su preocupación por acercar los libros y la lectura a los jóvenes y a los sectores vulnerables, la ha llevado a crear Librotecas.com, una página de internet en la que se puede acceder de manera gratuita millones de libros en internet.

¿Dónde estudió usted?

En la UASD hice una licenciatura en Comunicación y maestría en Relaciones Públicas, en Intec hice un posgrado en mercadeo, en APEC hice un posgrado en Mercado de capitales y un montón de otros cursos en el exterior.

¿Cómo comienza su acercamiento a la literatura?

Eso empieza en mi infancia, cuando aprendí a leer, devoré el librero de mi mamá, después seguí con los libros de la biblioteca de mi escuela, y ya de grande, cuando comencé a ganar dinero, me dediqué a comprar libros, aprendí a leer en inglés también, porque hay muchos temas de investigación que no se publican en español, eso se lo recomiendo a todo el mundo, que aprenda a leer en otros idiomas, sobre todo textos científicos.

¿En qué lugares ejerció usted el periodismo?

Cuando era jovencita trabajé en El Caribe, con el señor Germán Emilio Ornes, después trabajé en el Hoy, en Última hora fui reportera de investigación, y en Listín digital.

¿Qué obras ha escrito?

A mí me ha tocado reescribir obras, así que soy coautora en cierta medida, además de La niñez de Vega, he escrito Golosos e incontinentes, Regalo mis días usados, y un montón de artículos periodísticos, y mi otra faceta que es la de fotógrafa, en la que también he puesto mucha dedicación, y estoy preparando un libro de poemas con imágenes que va a estar listo dentro de poco.

¿Cuáles son los proyectos en los que se encuentra trabajando actualmente?

Yo he creado el primer repositorio bibliográfico virtual del país, es todo gratuito, para que la gente tenga acceso a los libros, es todo gratuito para que la gente tenga acceso inmediato, se llama librotecas.com y es un sitio donde están los accesos a las más importantes bibliotecas virtuales del mundo.

¿Qué la motivó a encarar esa iniciativa?

La falta de acceso a los libros para la mayoría de la gente. A principios de este año se publicó una investigación del Ministerio de Cultura y de la Oficina Nacional de Estadísticas, que da cuenta de que de 405 bibliotecas públicas que hay en el país, solamente diez bibliotecas permiten que las personas puedan tomar libros prestados y llevarlos a sus casas. La mayor parte de las bibliotecas está en Santo Domingo y en Santiago, el Cerlalc, que es el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, dice que se necesitan diez mil libros por cada cien mil personas, y en el país la única biblioteca que cumple con todos esos requisitos es la de la UNPHU, Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.

¿Qué la motiva a trabajar en ese proyecto?

La situación educativa de nuestro país, que está tan mal que hay comunitarios de la provincia La Altagracia que dicen que sesenta mil niños de esa zona, de Bávaro, de Verón y de Higüey se quedaron el año pasado sin aulas porque esas aulas fueron destinadas a niños haitianos, y resulta que mientras el presupuesto educativo del año pasado fue de RD$296 mil millones, en el informe PISA del año pasado, quedamos en el último lugar de trece países de América Latina. Esa prueba se hace a todos los estudiantes, sean de centros públicos o privados, en lectura se quemó el 92 por ciento, en Ciencias el 77 por ciento y en Matemáticas el 75 por ciento. El 81 por ciento de los ricos se quemó y el 98 pobres se quemó. Esos resultados son más que preocupantes.

¿Cree usted que es una cuestión de cómo se gasta ese presupuesto?

En parte sí, este país gasta todos los años entre ochenta y ocho y cien millones de pesos en una feria del libro, que para mí no está mal, porque a todos nos gusta la feria, uno va y se divierte, compra libros, conoce autores, pero en términos prácticos eso no resuelve nada. Estamos diciendo que somos el último de trece países de América Latina, pero, además, y esto es muy optimista, en el país no quedan más de cien librerías y las más importantes que quedan, cuando los fundadores de esas librerías se mueran los hijos las van a cerrar para convertirlas en negocios más redituables. Esto no está diciendo que tenemos que cambiar la forma de hacer las cosas si queremos resultados diferentes.

¿Cuál es, según usted, el desafío que presenta la difusión de la lectura?

Yo creo que la solución está en el libro digital, porque aunque los jóvenes son reacios a leer en digital, pero tampoco leen en papel, entonces por ejemplo, si una maestra de Haina, de Bayaguana, de la línea fronteriza o de cualquier otra zona lejos de la ciudad, quiere darles a sus alumnos una tarea sobre un cuento de Juan Bosch, el problema es dónde conseguir ese libro. Por eso es que yo he creado este repositorio de libros digitales, lo hice con estos parámetros: que sean gratuitos, que se puedan bajar o leer en pantalla, y que el acceso sea inmediato. En realidad, si uno busca con un poco de dedicación, el acceso no es tan limitado. El Centro Cultural Banreservas, el Banco Popular tiene también verdaderas joyas, la biblioteca virtual Rosa María Bonetti, especializada en conservación ambiental, los dominicos tienen una biblioteca buenísima también. El proyecto Gutenberg, Freeditorial, Issu tiene más de sesenta millones de publicaciones, el Instituto Cervantes, y esto son solo unos ejemplos que le doy. Yo por ejemplo, estoy buscando socios del Gobierno y del sector privado para premiar el mérito estudiantil con lectores de libros electrónicos, que eso también sería un gran fomento para la lectura.

¿Hay que ser un buen lector para ser escritor?

No es que necesariamente todo buen lector va a ser un buen escritor, pero sin la lectura, sin conocer el acceso a los diccionarios de la RAE, sin libros, nunca se va a tener la riqueza de vocabulario que se necesita para ser un buen escritor, los jóvenes tienen que aprender además, a investigar, y sobre todo determinar qué intención tiene tu escritura, a quién va dirigido lo que tienes que decir, y aprender a manejar las nuevas tecnologías, pero también aprende a desconfiar de ellas, porque la Inteligencia Artificial tiene muchas fallas. La clave está en dudar siempre y escribir mucho

Libros y lectura

“En el país no quedan más de cien librerías, y cuando mueran los fundadores, los hijos las van a cerrar para convertirlas en negocios más redituables”

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