M.A. María de las Nieves Fals Fors
Doctorando en Ciencias Humanísticas. Universidad de Oviedo
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Ha llegado a mis manos, a través de un gran amigo, un libro primordial que lleva como título Gonzalo Borges: la persistencia de un legado (2024). Recoge diferentes análisis sobre la obra del pintor y dibujante cubano Gonzalo Borges, nacido en La Habana en 1936 y radicado en EE. UU. desde 1991, cuya obra se caracteriza por la perfección del dibujo y el excelente manejo del color, tocando temáticas vinculadas a la representación de la figura humana, de los cultos sincréticos, de la flora y la fauna de nuestras islas del Caribe, en especial de Cuba.
En 1951, Borges ingresó en la Academia de San Alejandro, en La Habana. Trabajó el dibujo y la pintura haciendo pintura de caballete y murales de temas religiosos católicos en diferentes iglesias de la Habana Vieja. Fue discípulo de René Portocarrero, de Amelia Peláez, del escultor Florencio Gelabert y del muralista Vicente Cremades. Tuvo contacto con grandes artistas como Wifredo Lam, su sistema de creencias lo acercó a las investigaciones de Lidia Cabrera sobre sincretismo, mitos y medicina tradicional.
La obra de este significativo creador tiene una “mitología propia”, tal y como comentó su amigo y colega en el arte Geo Ripley, se perciben en ella susurros que evocan al cubismo sintético, al onirismo surrealista, a la semi abstracción, al homenaje a René Portocarrero, a Wifredo Lam, Víctor Manuel y sus “Gitanas Tropicales”, que refleja un diálogo intertextual donde lo cubano y lo caribeño está presente.
Lo afrocaribeño es el eje transversal de su creación artística, lo que le da un sentido identitario marcado y lleno de fuerza. Oba, Osain de un pie, Oshún y su pavo real, Obatalá rodeado de blancas palomas, Oyá con su espada y calavera y Ochosi con sus agudas flechas, nos llevan al universo de los misterios del panteón yoruba, al centro de las incógnitas, y nos hablan de aquellos “caminos” que se recorren al son del tambor, de las campanas doradas, de los cantos ancestrales.
Gonzalo Borges expuso en Nueva York, EE. UU. en la sala del YMCA (1993), en Carib Art Gallery junto a José Perdomo (1993), en la International Home Gallery (1994), Long Island Museum (1994), Ward Nassee Gallery Soho (1997) entre otros prestigiosos espacios.
Posteriormente, se trasladó a la ciudad de Miami, donde estableció su taller y realizó nuevas muestras como las presentadas en Barceló Fine Arts (1999, en Inner Tropical Gallery (2000) y en Arches Gallery (2008).
Ha presentado sus obras en la República Dominicana en el Museo de las Casas Reales (2004) y en el Centro Domínico Alemán (2013). Su retrato Máximo Gómez forma parte de la colección del Centro Perelló de Baní desde el 2019.
A su vez, Cándido Gerón es un prestigioso intelectual dominicano, autor de importantes textos sobre artistas visuales de nuestro país como Antología de la pintura dominicana (1990) de la editora Corripio y la Enciclopedia de las artes visuales dominicanas (1844-2024) de la misma editorial, así como de numerosos artículos sobre arte y cultura en general, publicados en periódicos de amplia circulación nacional: el “Listín Diario”, el “Hoy”, “El Nacional”, “Acento” y “Última hora”, entre otros.
En total, ha escrito alrededor de setenta y tres obras, que recogen investigaciones, poesías, novelas, críticas de arte y que son parte de su legado intelectual que cada día se incrementa.
Con una importante carrera diplomática, a través de la cual representó a República Dominicana como embajador en Francia, en México y ante la Unesco; fue además director de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña y de la revista “Análisis”. Como estudioso de la cultura artística, ha valorado profunda y ampliamente el devenir de la plástica de nuestro país y del área del Caribe. Por su trayectoria, ha recibido diferentes reconocimientos como el Premio Nacional de Didáctica en 1989 y el 2003, el Premio Nacional de Poesía del 1991.
Cándido Gerón, a través del libro ilustrado Gonzalo Borges: la persistencia de un legado, se ha dedicado a exponer los resultados de su investigación sobre la trayectoria de este gran artista visual cubano. En el prólogo, destaca en estos términos sus aportes artísticos y su vínculo con la cultura caribeña: “Su voluminosa y rica obra tiene un canon propio y una actitud candorosa que, como marca, coloca al maestro Gonzalo Borges en la línea de los artistas que han hecho de la arqueología, los mitos, las costumbres y las leyendas, un mapa histórico, una cultura que une a los países del Caribe en un mismo propósito: lo identitario; […]” (Gerón, 2024).
En este libro, Gerón describe su acercamiento a lo sincrético, a las creencias mágico-religiosas, a la raíz africana, al mestizaje y a la negritud, no solo cubana, sino afrocaribeña: “En la obra de Gonzalo Borges hay una simbología de las culturas africanas y antillanas que denota un mestizaje muy marcado de la negritud que el artista pone siempre de manifiesto con originalidad” (Gerón, 2024, p. 37).
Valora sus obras desde el punto de vista estético y simbólico, teniendo en cuenta sus referentes antropológicos, sociológicos y místicos: “[…] la pintura del maestro Gonzalo Borges se caracteriza por su concepción mítica y litúrgica. Esto indica el desarrollo de las creencias contenidas en la red de símbolos espirituales que transmite su obra pictórica”. (Gerón, 2024, p. 37). Argumenta estas afirmaciones a través de una gran cantidad de ilustraciones de obras del artista relacionadas con la religiosidad afrocubana como: Babalú-Ayé, (1982), óleo sobre tela dedicado al orisha de la sanación milagrosa y Los tres tambores batá (2000) donde tres personajes negros, tocan en pleno éxtasis a los “santos”: Iyá, Okónkolo e Itótele.
Cándido Gerón no solo expresa sus propios criterios e interpretaciones en torno a la obra de Borges, sino que reseña también los de otros importantes intelectuales y críticos de arte como Mayné Batista, Mariana Auzpurua, Marianne de Tolentino, Juan Carlos Berrío, Odalís Pérez y Abil Peralta Agüero, para transmitir una visión plural y enriquecedora sobre su legado artístico y cultural. Este libro se convierte en una lectura necesaria que nos permite comprender y valorar más claramente los significativos aportes de Gonzalo Borges a la plástica caribeña y universal.
Referencia bibliográfica:
Gerón, C. (2024). Gonzalo Borges. La persistencia de un legado. Editora Corripio.l
Centro estudios caribeños. PUCMM.