El Consorcio de Educación Cívica y el Dpto. de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra tuvo a bien dedicarme el espacio llamado “Aula Democrática” para desarrollar la ponencia “Las relaciones con Beijing en tiempos de Trump”. Aquí les dejo unos apuntes sobre el tema.
Primero: el acuerdo entre los gobiernos dominicanos y del Kuomintang del Gralisimo. Chiang Kaisek se firmó en 1940 y en 1943 vino al país como primer embajador el Ministro Consejero en La Habana fue nombrado en Santo Domingo. Como dato familiar, él apadrinó la boda de los padres de los Sang Ben en 1947.
Segundo: el ambiente de China era el de la guerra civil producida por los “señores de la guerra” que rechazaban la instauración de la primera república moderna de Asia. Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial se recrudeció la guerra civil con los comunistas; obligando a Chiang Kaisek a mudar la capital a Taipéi, en la isla de Formosa, y regresar a continuar la lucha, quedando atrapado con un ejército de millón y medio de hombres y refugiarse en la isla.
Al enterarse Trujillo de la situación, le ordenó al embajador dominicano “no separarse del Presidente Chiang”, por lo que resultó ser el único embajador que viajó desde el continente a la isla.
La historia del desarrollo de Taiwán y la República Popular China las trato en el material de clase con que presento el caso. Además, mi texto “China: ¿el futuro de la globalización?” y que está disponible en mi blog “El Siglo de China”. El 30 de abril de 2018, los cancilleres chino y dominicano anuncian la firma del acuerdo de estableciendo relaciones diplomáticas.
República Dominicana debe estar preparada para adecuarse a los rejuegos geopolíticos de las instituciones chinas, como son el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y la Nueva Ruta de la Seda. Así terminamos con una historia de mariposas el conflicto de las dos China.
