Miguel Guerrero, en la página 42 del capítulo IX de su obra, intenta convencer al lector de que, efectivamente, Bosch y Balaguer fueron “los grandes rivales” de la política nacional en su historia reciente.
Y lo hace al escribir: “La construcción del Faro a Colón generó tal vez el más largo período de disputa entre Bosch y Balaguer y condujo prácticamente a un rompimiento total de contactos entre ambos.
El distanciamiento perduró hasta la muerte de ambos con una ligera pausa entre 1993 y las elecciones del año siguiente, en las que Balaguer volvió a derrotarlo electoralmente”.
En la misma página agrega: “La obra comenzó a construirse definitivamente en 1986, tan pronto Balaguer recuperó la Presidencia tras ocho años en la oposición y fue inaugurada seis años después en 1992, con motivo del del quinto centenario de Descubrimiento del Nuevo Mundo, Bosch insistía que la situación económica del país no resistía el elevado costo, estimado en más de 100 millones de pesos, en un momento de poca utilidad, que reducía la capacidad del Gobierno para atender necesidades más perentorias de la sociedad dominicana.
Balaguer respondía los duros ataques de su rival, con una referencia sarcástica a la famosa cualidad de escritor del líder opositor calificándolo como “un cuentista”.
Pero bajo ese argumento, que se sintetiza en una insignificante disputa sobre la construcción del Faro a Colón, Guerrero busca que la gente crea que Bosch y Balaguer fueron (realmente) “grandes rivales políticos”.
La historia política dominicana más reciente certifica que Balaguer tuvo su rival más duro en el líder del PRD José Francisco Gómez. Fue una rivalidad frontal, no romántica como la que tuvo con Bosch.
Se trató de una real rivalidad que llegó bastante lejos. Por cierto, Guerrero en su obra trata de marginar el auténtico liderazgo de Peña Gómez.
Dato puntual: Hubo momentos en los que militares al servicio del régimen balaguerista intentaron asesinar a Peña Gómez, quien pudo evitar su muerte gracias a que algunos funcionarios del propio gobierno lo auxiliaron. Buscaron escondites para evitar que fuera asesinado.
En su violento régimen de los 12 años, Balaguer puso en práctica una sangrienta política que tuvo como principal objetivo las persecuciones de la izquierda y organizaciones democráticas, en especial contra jóvenes que participaron en la Revolución de Abril de 1965.
Jóvenes como Amín Abel Hasbún, Otto Morales, Maximiliano Gómez (El Moreno) y Homero Hernández, así como los cinco directivos del Club Deportivo y Cultural Héctor J. Díaz fueron asesinados.
En la persecución y asesinatos contra los verdaderos adversarios de Balaguer, participaron militares y miembros de la terrible “Banda Colorá”, organización paramilitar.
Continuará…