En 2004 el Código de Procedimiento Criminal fue sustituido por el vigente Código Procesal Penal, una significativa evolución en cuanto al proceso penal en nuestro país. Separaba las funciones de juez y de fiscal en la investigación y, recordemos, generó la expectativa de que haría reducir la cantidad de presos preventivos, que nuestras sobrepobladas cárceles serían descongestionadas. Pero 20 años después estamos igual o peor: más de 16,000 reclusos no condenados; cárceles con capacidad para 15,600 personas y alojan más de 25,700 actualmente, según datos oficiales. Calamitosa fase pos Código Procesal Penal de la añeja cuestión de la sobrepoblación y deshumanización carcelaria, necesitamos algún plan; producirse una acción política firme.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas