El “índice de saciedad” cuantifica la proporción en que un alimento induce saciedad. Y comúnmente parece prevalecer la noción de que la grasa causa plenitud, pero es el macronutrimento que menos saciedad produce, mientras es el de mayor densidad energética (lípidos aportan 9 calorías por gramo, muy por encima de proteínas y glúcidos: 4 calorías por gramo). Los umbrales de saciedad son más altos para los dulces que para otros alimentos, lo que puede contribuir al consumo de postres al final de una comida en casi todas las culturas. Cuando se alcanza la saciedad el azúcar sigue siendo deseable, lo que lo convierte en un contribuyente importante al exceso calórico en la mayoría de las personas. Ciencia nutricional.

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