Una de las fallas crónicas que tenemos que superar como país y desde la esfera pública es la dejadez e incapacidad de resolver problemas crónicos, y solo reaccionar, y a veces solamente con palabras, cuando se produce una desgracia con balances mortales. Afortunadamente, en el caso de una niña succionada por una alcantarilla pluvial durante un torrencial aguacero en San Cristóbal, su vida fue salvada por un joven héroe. Todos destacaron y agradecieron esta ejemplar acción humana; pero poco o nada se habla sobre emprender un plan nacional para cubrir estas peligrosas aberturas en pleno pavimento. Que no sea una desgracia el impulso para resolver un problema que no es tan complicado.