En materia de geopolítica estamos inevitablemente bajo el influjo de Estados Unidos. En materia económica por igual, pues es nuestro principal socio comercial. Entonces, muy natural que haya variadas expectativas y hasta cierto grado de incertidumbre con respecto a lo que supone para el país la nueva administración de Donald Trump.
También en el espinoso tema del control migratorio, ya que Trump ha reafirmado su compromiso de deportar casi un millón de indocumentados que viven en territorio estadounidense y lógicamente, buscarán nuevos destinos. En lo particular a la grave situación social de Haití, si entendemos que Joe Biden ha hecho poco o insuficiente, de Trump habría que esperar aun menos, nada.