Las hostilidades entre Israel e Irán tienen un perfil altamente peligroso porque pende la amenaza de convertirse en un conflicto regional que podría desatar una guerra nuclear con alcances globales. Quizás es muy arriesgado hablar de la posibilidad de una tercera guerra mundial, pero expertos e historiadores no lo descartan. La peligrosidad de tal conflagración es que, a diferencia de las dos primeras guerras globales, esta tendría tales componentes y características que podría provocar la extinción misma de la civilización como la conocemos hoy día; una visión fantasmagórica con escenas y consecuencias propias de un apocalipsis. Bueno, solo podemos rogar por que se logre la paz, real, duradera.