El tiempo corre, rápido, y la Ley 28-01, que creó un régimen especial de exención fiscal para empresas en las provincias fronterizas durante veinte años, para fomentar desarrollo y disminuir pobreza, finalizó. La discordia que extender la misma causó entre senadores y diputados del oficialista, mayoritario, PRM, muestra que esa no era la idea del nuevo gobierno de Luis Abinader. Sería, parece ser, otra legislación de desarrollo fronterizo, supuestamente mejor, lo que significa entonces que aquella ley falló. Deberán especificar entonces qué será lo nuevo y si efectivamente, la población fronteriza no elevó sus estándares de vida en estas dos últimas décadas. Otro “complicado”, probablemente largo, “debate”. Mientras, inversión y más empleo en la frontera están suspendidos, peligrosamente.

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