Con 16 tormentas nombradas, la temporada ciclónica atlántica 2022, que termina hoy, ha sido de actividad ligeramente por sobre el promedio, casi ordinaria, pero histórica para nuestro lar por dos desastres: el de Fiona, huracán que en categoría 1 tocó nuestro territorio el 21 de septiembre, después de 18 años sin afectarnos esas poderosas tormentas, y el 4 de noviembre la inundación del Gran Santo Domingo, hecho sin precedentes y, para variar, no provocado por ciclón, sino por una rara combinación de vaguada y onda tropical, que en tres horas trajo un volumen de lluvias inédito en la zona metropolitana, con un saldo de al menos nueve muertes y muchos daños a la propiedad. Temporada “chiquita, pero tupía”.

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