Otrora potentado transportista, actualmente convicto de asesinato, Blas Peralta debe resignarse. Había corrido con suerte en otros casos judiciales en los que se vio envuelto, pero se le acabó y está definitivamente condenado a 30 años de cárcel por matar al exrector de la UASD Mateo Aquino Febrillet en 2016. Líder durante muchos años de la poderosa Fenatrado, Peralta confiaba en poder evadirse de su culpabilidad en ese crimen. Ese gremio de choferes, recordemos, le respaldó e intentó intimidar al Ministerio Público. Pero, las pruebas contra Peralta de la entonces fiscal de la capital Yeni Berenice Reynoso eran irrebatibles. Los tribunales, incluido el Constitucional, hablaron; se terminó.

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