Los cuantiosos recursos para la educación desde 2013 (4% del PIB) no han redundado en absoluto en mejores resultados educativos. Por qué ha sido así lo reveló el ministro de Educación en entrevista especial para elCaribe y CDN. El fallo ha residido en que la mayor parte de los fondos no fue dedicada a impactar cualitativamente en el sistema, sino a cosas como pago de salarios (plano administrativo), negocios y proyectos políticos. Según Hernández, solo 5% llega a recursos para aprendizaje, formación docente y equipamiento, la parte pedagógica. Ahora estamos claros en cuál es nuestro gran reto educativo: que la mayor parte de los fondos del 4% se dediquen realmente a educación, de lo cual podemos esperar mejores resultados.

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