Algunos conductores de automóviles admiten prescindir del aire acondicionado vehicular al manejar, por preferir el aire fresco o ahorrar combustible. Más frescas temperaturas otoñales aportan condiciones ahora para bajar los vidrios de ventanas y estar confortable en el vehículo con la ventilación natural. Pero hacerlo resulta inseguro, todos sabemos. Delincuentes en motocicletas pueden tomar ventaja de la ventana abierta y atracar. Como ir con ventanas vehiculares siempre cerradas se volvió medida de seguridad, la jerga popular gestó el decir “subirle los vidrios” a algo o alguien, en sentido de ignorar, desestimar, en resguardo, personas o situaciones que nos signifiquen desagrado, mal rato, malestar. Ahora “subirle los vidrios”, enérgicamente, al desaliento pandémico. Preservar fe y esperanza; saldremos adelante.

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