Mientras estamos a las puertas de un proceso de reformas, con un énfasis particular en la Constitución, es doloroso y frustratorio advertir otra vez cómo la imprevisión y falta de regulaciones en aspectos más sencillos y prácticos causa tragedias. A propósito de dos muertes en un auto que tras un choque se precipitó al foso de una torre en construcción, sale a relucir la falta de medidas de control y supervisión actualizadas. Estas muertes quizás pudieron evitarse, los ocupantes del auto hubieran podido resultar solo lesionados y con posibilidad de recuperación, si la profunda excavación hubiera estado resguardada como Dios manda. ¿Y cuántos hoyos más desprotegidos como este hay en la ciudad?