Muy relevante “ver el vaso medio lleno primero que medio vacío”. El optimismo es siempre la mejor elección; incluso cuando todo parece ir mal, ya que fomenta, por ejemplo, condiciones mentales para figurarnos soluciones a problemas. Pesimismo, queja, tienden a inmovilizarnos; optimismo, esperanza, fomentan acción, actitud resiliente, lo que es igual a empoderarnos frente a dificultades y no abatirnos por costumbre. Resulta fácil llenarnos de pesadumbre y para alegrarnos buscar distracciones externas: alcohol, fiestas, etc. Esos recursos no están mal, en dosis adecuada, pero su efecto es puntual. Ver vaso medio lleno y no vacío involucra una decisión consciente siempre, busca paz individual sostenida. Oración, lecturas trascendentes, contenidos de entretenimiento positivo: son buenas herramientas para fomentarla.

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