Si la brecha de personas vacunadas entre la segunda y tercera dosis es de poco más de 4 millones, quiere decir que se tendrían que vacunar en las próximas cinco fechas aproximadamente 800 mil por día para que el lunes 31, que es cuando vence el plazo que hace obligatorio para entrar a sitios públicos o privados presentar la tarjeta con tres dosis o una PCR negativa, se complete la inoculación. Es materialmente imposible lograrlo, por lo que tiene sentido la solicitud que hace la Sociedad de Infectología para que haya una prórroga. No hay que rasgarse las vestiduras y aportaría poco recriminar a la gente que no acudió a los centros de vacunación, porque quizá se trató una resolución que no hizo una proyección objetiva.

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