Los primeros que hablan de cambios en febrero como en agosto, son los que esperan por un nombramiento que a la vuelta de dos años no hay manera de que salgan. Esos ponen a circular como posible pieza de cambio al que ocupa la posición a la que aspiran y llegan, incluso, a hacerse “sonar” ellos mismos. Usted verá in crescendo los rumores con el paso de estos días aunque, ya fuera de coro y de intereses de particulares, no caería mal al gobierno un relanzamiento al cumplir dos años para sacudirse de un posible desgaste. Muy bien le caería a Abinader un remeneo de la mata o abrir las ventanas para que circule aire fresco, porque los gobiernos necesitan algo de oxígeno cuando se notan que respiran con dificultad.

Posted in Dan de qué hablar

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas