En estos días santos, cuando la devoción y la fe cristiana se renuevan, propicia es una que otra disquisición sobre la manera de pensar del que no comulga con nuestro credo. Al evocar el sacrificio de Cristo en la cruz, no podemos olvidar que, según las sagradas escrituras, lo hizo para perdonar nuestros pecados al llamar a “amar a tu prójimo como a ti mismo”. Esta frase bíblica sirve en esta fecha sacra para recordar que debemos apartarnos del odio y del fanatismo, incluido el religioso, el cual es, en el mundo actual, uno de los más anacrónicos y preocupantes. Sobre el fanatismo sentenció Unamuno: “Hay quien en nombre de caridad cristiana mata, quien para salvar al prójimo te lleva al quemadero”.