Uno de los narcos arrestados anteayer por el MP vivía en una lujosa finca, cuya estructura, pero sobre todo su decoración, asombró a los fiscales. Sucede que el sujeto, lejos de parecerse a los traficantes que conocemos por estos lares, dados a impresionar con carros lujosos y otros artículos muy caros, tenía también una colección de obras de arte. Al parecer se trata de un hombre con conocimientos de pintura y de escultura. Es quizás la primera vez que aparece por estas tierras uno de estos sujetos que en lugar de dedicarse a hacer ostentación de Ferraris, Lamborghinis, relojes Rolex y otros caprichos carísimos, prefiere “echar vaina” con cuadros y reproducciones de pintores famosos. Como decía el hidalgo manchego en sus charlas con su escudero: “Cosas veredes, Sancho”.

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