La verdad es que sorprende la cantidad y variedad de artículos en poder de presos de La Victoria, que enumerarlos todos se llevaría más de este espacio. Pero en el informe muy detallado de la Procuraduría falta un dato esencial, y es sobre quién debe recaer la responsabilidad ya que, por su condición de presos, de internos que se les llama ahora, ellos no tienen oportunidad de introducir enormes neveras, freezers y otros electrodomésticos, y menos instalar un sofisticado sistema con 89 cámaras de vigilancia y ni qué decir del centro wifi para la cárcel y el vecindario, hasta con fibra óptica. Una estafa ese informe, por lo que hay que concordar con la señora que dijo: “Ellos los dejan entrar, y ahora se los quitan”.

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