Hace meses estamos en campaña electoral, pero la decisión de celebrar las municipales, congresuales y presidenciales el mismo año ha alargado el camino. Se piensa en febrero y mayo, pero de mayo a agosto, si no hay segunda vuelta, hay tres meses en una transición de mucho “mambo”, y si cambia el gobierno ahí es que esa pintura es dura. Abinader en 2020 asumió en 41 días, buen punto para discutir que tres meses de espera es mucho tiempo. Otro asunto a considerar es la juramentación. Danilo se ausentó y no pasó nada, por lo que también se debiera achicar la ceremonia de imposición de la banda presidencial. Con todo, el mandatario saliente no pinta absolutamente nada sentado allí, pues ya su calidad es la de un ciudadano común.

Posted in Dan de qué hablar

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas