El recrudecimiento de los apagones dificulta la vida a los residentes de los bloques de edificios de La 17 (avenida Padre Castellanos), Gualey, en el mismo lado en que está la parada del Metro de Santo Domingo, y donde se construye la terminal del teleférico. La CAASD sólo les “pone” el agua dos veces a la semana, durante unas cuantas horas, pero el líquido llega apenas al primer piso, por la baja presión. Como los apagones están de moda, a quienes viven en el segundo y tercer piso se los está llevando el Diablo, porque no pueden hacer funcionar sus bombas “ladronas”. Es un castigo. Y eso no lo aguanta nadie.

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