Innquietante

El verano será siempre verano, pero cada vez se presenta más caliente, condimentado con polvo del Sahara. Tardes ardientes y opacas en ocasiones, que se compensarán con un mar que no dejará de estar, aunque con sargazos y más aguas por el calentamiento avanzando sobre las costas, sometido a una mayor contaminación de plásticos y otros desperdicios que la gente tira por doquier. La vida en el mar puede dejar de ser sabrosa, aunque todavía estamos a tiempo de evitarlo. Un verano más caliente precedido de un crudo invierno en las zonas templadas, tanto que, por ejemplo, en EEUU, el frío diezmó 37% de la población de abejas, un daño a la agricultura. Inquietante, ¿verdad?